martes, 30 de diciembre de 2008

Átomos, bits y periodismo

En el primer capítulo de Being Digital (1995) Nicholas Negroponte propone distinguir el ADN de la información entre los átomos y los bits. Toda la información puede reducirse a bits (unidad mínima binaria) porque no es material. A pesar de eso recibimos gran parte de ella en átomos de papel. La información no se destruye al usarla, la materia sí. La información no vale nada, la materia sí. La información se trasmite, la materia se transporta. Aunque no lo dice Negroponte, es larga la historia de cómo la información se despega del transporte, desde las señales de humo a bluetooth. Además, algunas de estas ideas ya estaban en el libro de Stewart Brand sobre el trabajo del Laboratorio de Medios del MIT, The Media Lab: inventing de future at MIT, un libro de 1987.

Pero esos no son lo átomos a los que se refiere la metáfora de Juan Varela: los átomos son siempre materia. Ni la de Jeff Jarvis, la del building block. Que, por cierto, hoy pienso que su mejor traducción debería ser la literal: cualquiera de los bloques -ladrillos- del edificio. La unidad más pequeña que compone una construcción y no el pilar, ni la piedra angular, ni el cimiento.

Los bits son la unidad más pequeña de información que se corporiza de diferentes maneras en diferentes medios (de nuevo Negroponte). De información, no de periodismo. El building block del periodismo es la historia, que se corporiza también de diferentes maneras en cada medio y que se trasmite por bits o por lo que toque en cada caso. Los bits y los fonemas no tienen sentido, la historia sí.

Hace tiempo que tengo un Cubo de Rubik en un estante de mi biblioteca. Lo usaba para explicarle a mis alumnos cómo es una noticia. El acontecimento es uno y ocurre una sola vez en el tiempo, mientras la noticia -el relato del acontecimiento- puede ser casi infinta. Y el medio interviene decisivamente en esa variedad. No es igual la misma película en video que en el cine, pero ni siquiera lo es en la misma sala en dos días diferentes. Hasta lo que comemos al verla influye en el mensaje.

Las nuevas tecnologías -que ya no son tan nuevas- han mostrado cabalmente lo que afirma Juan Varela: la noticia (ya) no es el átomo de la información. No lo fue nunca, pero ahora está claro para todos los casos. La noticia es un proceso, un flujo interminable al que todos aportan. Un producto de inteligencia colectiva no solo de una redacción, también del público, aunque a algunos no les guste.

El átomo de la información, en Paper Papers, 29/12/08
La información quiere ser gratis, en Paper Papers, 4/12/05

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me gusta la metáfora del cubo de Rubik, lo suficiente para usarla. Me gusta por su movilidad, interna, y la portabilidad del juego.
Pero no estoy de acuerdo con el ladrillo ni el building block de Jarvis por su corporeidad.
Por eso hablé de átomos y no de moléculas, para evitar esa tendencia a lo analógico.
La información es un proceso. Es más, es una cadena lógica que se convierte en un algoritmo al ser procesada (editada) y utilizada.
Por eso me gusta Rubik. Gran parte de la clave del proceso de información futura está en la teoría de juegos y las ideas de John Nash sobre los equilibrios cuánticos.
Porque ese es el ecosistema de la información digital. En el entanglement (enredo) cuántico está gran parte de la clave de la estructura de tags y las dinámicas para construir nuevos algoritmos lógicos y sociales.
Por eso, como bien dices, Toni, el acontecimiento (físico, analógico) es uno (ese viejo monismo spinoziano) y el relato es infinito (cuántico).
Y ahí es donde la gestión por algoritmos unida al criterio social nos dará los nuevos medios, lo que yo llamo medios híbridos.
Ahora sólo me faltan los ingenieros que me entiendan y me ayuden a construir esos algoritmos para conseguir programar la edición de la información (no la información misma).
En ello estamos.

Gonzalo Peltzer dijo...

Bueno, el que escribió esto fui yo y no Toni (por culpa de estos posts, y bien en broma, dice que me las doy de gurú) Ahora dime una cosa ¿el algoritmo sirve para contar historias, para buscar un mundo mejor, para denunciar a los mangantes y a los tiranos, para mostrar las injusticias, para hacer feliz a la gente, para darles sueños o fregarles el desayuno?