jueves, 28 de enero de 2016

Para emocionar

Javier Errea se pregunta una vez más para qué sirve un periódico. Y se contesta: para emocionar. Seguramente podrá encontrar todas estas afirmaciones y reflexiones en Erreadas, el blog de Errea Comunicación. Pero por las dudas y para registrarlo aquí mismo, les paso este recorte de La Vanguardia de Barcelona de ayer:


Este comentario del director de La Vanguardia, Màrius Carol, hace referencia a esta nota y a la presentación del libro que contiene las columnas del blog de Javier.

domingo, 24 de enero de 2016

The New Yorker y Donald Trump

Como siempre, una ilustración vale más que un millón de palabras (como siempre que aciertan, claro). En realidad no tiene que ver con la ilustración. Tiene que ver con pensar. Pensar es… imbatible.


La ilustración es de Barry Blitt (otra vez). Le llega a uno via M*B*

martes, 19 de enero de 2016

Mario Calabresi deja caer tres bombas en Repubblica


Mario Calabresi es quizá el mejor director de diarios de Italia, con permiso de Ferruccio de Bortoli, al que jubilaron hace dos años del Corriere della Sera en una movida, digamos, pintoresca.

El jueves pasado, Calabresi dio el relevo a Ezio Mauro, otro colosal director con una misión casi imposible: relevar al fundador de La Repubblica, Eugenio Scalfari

Calabresi viene de dirigir La Stampa, el mejor diario de Italia de los últimos cinco años (eso le parece a uno). Sonó como relevo de De Bortoli en el Corriere durante dos años, que los milaneses se pasaron anunciando que llegaba mañana, mañana, mañana hasta que el propio Mario dijo que seguía en el diario turinés –seguramente porque Repubblica ya se había acercado a él. (Corriere optó finalmente por una solución interna: Luciano Fontana).

A Calabresi le ha tocado el premio mayor. Repubblica no es lo que era, quién puede negarlo. Si hay alguien que puede devolverlo a su antiguo estado es Calabresi, que fue su más joven Caporedattore Centrale (el principal ejecutivo del director en la sala, digamos). Fue el mismo Ezio Mauro quien lo nombró, con un par, cuando tenía 32 años, en un país tan gerontocrático que cuando tienes 40 te siguen llamando ragazzo (chaval, pibe).

Esta es la primera intervención de Calabresi en su primera reunión de Repubblica. Atención a los tres bombazos que suelta, con finezza, en los minutos 12', 15'40" y 19'. Si tiene 20 minutos y es periodista no podría recomendarle una manera mejor de aprovechar el tiempo.

Hoy ha presentado su programa editorial, con todos los números y poca ópera. Puede verlo íntegramente. Será una hora bien aprovechada.

lunes, 11 de enero de 2016

Víctor Hugo Morales y los negocios del Fantasma

Radio Continental es del Fantasma, Remigio Ángel González y González, que cambia contenidos por pauta publicitaria del gobierno que sea: un proveedor multinacional de prensa del poder (PPP). A nadie debería extrañarle que la radio saque de su antena a Víctor Hugo Morales, el veterano periodista uruguayo que de un día para el otro pasó de crítico del autoritarismo de los Kirchner a militante kirchnerista.

Alguien de la producción grabó en video cuando VHM se encuentra con el gerente de la radio y el escribano, pero enojado los deja y se entromete en el programa Antes que mañana de Paulino Rodrígues. Interrumpe al conductor y solo alcanza a decir al aire "Paulino, perdón que por la intromisión, cómo va, cómo están. Me están echando de la rad.." pero el aire es interrumpido por una tanda publicitaria.


Al terminar la tanda VHM ocupa los últimos minutos del programa y los primeros de La Mañana, que hasta hoy y durante 28 años condujo de 9 a 13 por Continental:



El comunicado de Radio Continental:
Ciudad de Buenos Aires, 11 de enero de 2016. Radio Continental comunica que desde del día de la fecha ha decidido resolver el vínculo que mantenía con Víctor Hugo Morales -quien conducía los programas "La Mañana" y "Competencia"-, debido a reiterados incumplimientos contractuales que alteraron el normal desarrollo de las emisiones. En los próximos días daremos a conocer la nueva programación de la radio, ratificando nuestro compromiso de informar y entretener con responsabilidad y profesionalismo.

miércoles, 6 de enero de 2016

Otra bonita coincidencia

El deportivo Cancha de México se suma a las coincidencias bonitas. Júzguelo usted mismo. Eso nomás...


Más bonitas coincidencias. En Paper Papers, 4/9/15
Las coincidencias bonitas. En Paper Papers, 12/2/12

lunes, 4 de enero de 2016

La Ley de Medios y la Justicia en la Argentina

Entre la elecciones de medio término del 28 de junio y el cambio de las mayorías en el Congreso de la Nación el 10 de diciembre de 2009, se dictó la ley 26.522, titulada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual pero conocida como Ley de Medios. No fue la única ley que el gobierno se apuró a dictar con un Congreso obediente pero deslegitimado por las elecciones que había perdido la lista del propio Néstor Kirchner contra la del hoy fantasma de la política Francisco de Narváez. La ley entreveraba en sus artículos la venganza del gobierno contra el Grupo Clarín con quien libraba una guerra sin cuartel desde marzo de 2008, cuando en plena crisis del campo Néstor Kirchner y Héctor Magnetto se desconocieron para siempre. Hasta entonces la relación entre ellos había sido parecida a una alianza de operaciones conjuntas.

La historia siguió con infinitos trámites judiciales y artilugios legales con los que Clarín dilató el cumplimiento de esa ley y defendió su patrimonio. Martín Sabbatella, al frente de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) creada por la misma ley, fue el ariete que exigía al Grupo Clarín adecuarse a sus exigencias. Mientras esto ocurría florecieron en la República los parásitos de la pauta oficial: medios y periodistas que aprovecharon la pelea para equilibrar la mesa del desayuno del poder –no las audiencias– con periódicos afines y voces amigas a cambio de grandes sumas de dinero que aparecían como pauta publicitaria del Estado Nacional. En el fragor de la batalla también se vieron favorecidos medios y periodistas de buena fe que no estaban de un lado ni del otro de la contienda.

Concentrado en esta guerra el Congreso improvisó una ley que nació antigua: no legislaba sobre la gran revolución que ya se preveía 30 años antes de 2009: la convergencia de las tecnologías de información y comunicación a partir de la digitalización que unificó los distintos lenguajes y permitió la confección, edición, transmisión, difusión y recepción de todo tipo de mensajes por un mismo dispositivo, que para colmo es portátil gracias a la telefonía celular y a sus antenas omnipresentes. Pero en lugar de remediar este error y unir en una sola repartición el organismo encargado de garantizar la pluralidad de voces y el acceso de todos a los medios de comunicación, el gobierno creo una segunda repartición, similar a la Afsca: la Autoridad Federal de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Aftic).

La Afsca sirvió al gobierno para continuar su pelea con el Grupo Clarín y otros grupos de medios que le eran hostiles y también para otros fines de la política y casi no actuó en procura de sus fines. De hecho no se avanzó un milímetro en el control del espectro radiofónico, invadido en todo el país por frecuencias ilegales que ensucian las emisiones de los que sí tienen licencias otorgadas por el Estado Nacional. La Aftic, por su parte, descubrió que es imposible controlar el vasto mundo de internet, que no tiene puertas ni ventanas, ni fronteras, ni licencias, ni controles, ni nada: esa es su fortaleza.

El pasado 30 de diciembre, el ministro jefe de Gabinete Marcos Peña anunció el fin de la guerra con el periodismo y la entrada de las comunicaciones argentinas en el siglo XXI. Por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) unificó la Afsca y la Aftic en una nueva repartición: el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Pero el DNU es a todas luces insuficiente para dejar sin efecto leyes dictadas por el Congreso de la Nación. Este y otros DNU del nuevo gobierno son parte de la estrategia de Mauricio Macri para ganar tiempo mientras consigue los votos que necesitará en el Congreso para convertir en leyes las reformas que impulsa. Es sencillo: Macri no ha llamado a sesiones extraordinarias al Congreso de la Nación porque carece de las mayorías necesarias para impulsar sus políticas, pero espera llegar al 1 de marzo con las alianzas que le permitan hacerlo y entonces serán leyes hechas y derechas dictadas en sesiones ordinarias.

Dice un principio elemental del derecho que las leyes siguen a la vida y no al revés. El desafío de los legisladores será crear una ley que contemple la realidad digital convergente: la emisión, difusión y recepción de los mensajes de opinión pública tal como son y no como le gustaría al legislador que fueran. No deben legislar para cambiar la realidad ni deben meterse en el contenido de los mensajes, sino que deben estudiar la realidad y establecer una ley que evite eficazmente las injusticias que provocan las desigualdades del poder y del dinero, presentes en toda sociedad.

NOTA: redacción final de esta columna publicada ayer en el diario El Territorio de Posadas.

El kirchnerismo, los parásitos y el negocio del periodismo. En Paper Papers, 8/12/15
Clarín, los Kirchner y el pecado original. En Paper Papers, 5/10/11

sábado, 2 de enero de 2016

Cómo escapar a lo de siempre

Hay una tapa original, pensada, de un diario en este fin de año. Algo parecido a lo que dice TP en el post a ayer de Le Monde. Es la de National Post de Toronto (Canadá).

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Confieso que lo vi gracias a un tuit de MAJ.

¿Por qué la gente no lee los diarios? (1525)

Aquí el post del que este es continuación, que también podría llevar como título En los periódicos de Londres no leen Paper Papers.

1 de enero de 2015

1 de enero de 2016

1 de enero de 2015

1 de enero de 2016

viernes, 1 de enero de 2016

Año nuevo, dieta nueva

Todos, todos, todos los diarios británicos llevan en sus portadas del 2 de enero la misma promoción: dieta y regímenes para bajar peso, estar en forma, desintoxicarse… de los descriptibles atracones navideños. La sensación es que se trata de un problema sanitario grave y de que te están llamando foca así nomás. La pregunta es, si todos llevan lo mismo, ¿cuál es la ventaja competitiva en el quiosco?

Es gracioso comprobar cómo se adaptan a su público (o al que imaginan que es su publico) en las promociones. Sirve para comprobar qué piensan los diarios de sus lectores.

El Mail, siempre directo, promete perder seis kilos y algo ("a stone") en dos meses. Como no sea matando de hambre a los lectores… Con los pocos que van quedando… La cosa viene avalada por Weight Watchers, algo así como un Alcohólicos Anónimos o un Tupperware del perder peso ("Get ready to unlock your inner awesome with our most personalized program ever"). Aunque si es para leer la noticia principal, pues vaya:


Fíjate que el Mail ya venía avisando eh. Esta es su primera del día anterior: "Sin beber dos días por semana", con el aviso de que ese será el consejo que recibirán los británicos para sustituir la nociva costumbre de beber Todos Los Días De La Semana. Es "la mayor revolución de las pautas de consumo de alcohol en 30 años", explica (O_O) ¿Cómo sería la anterior?. Están poniendo en bandeja a Jeremy Corbyn un argumento ganador para su Labour ("¡Privan a los trabajadores de su bien ganado asueto cervecero diario!" o "la pinta como derecho subjetivo de los ciudadanos" y tal):


Volvamos al día 2. El Mirror, que siempre dice de sí mismo que es un diario que puede entrar en las casas de los trabajadores ("decent, honest workers") para jorobar al Sun y sus antifamiliares topless de la página tres, opta por hacer que una chica te proponga comenzar hoy su plan para perder peso. Se trata de una operación con Slimming World, una especie de Círculo de Lectores del adelgazamiento. El título de la revista que lo explica es "Feliz Nuevo Tú". Bravo. Ese marketing resalao.


El Sun opta por el chico cachas (Joe Wicks, The Body Coach, nada menos –no confundir con el bipolar de "Eastenders") haciendo buena la descripción de ser el diario del "hombre blanco de la furgoneta" (el fontanero, el cobrador, el recadero…) que no puede llevárselo a su casa por aquello de la página 3. Aunque en un reclamo explica que sirve para "hombres y mujeres", por este orden, se entiende ¿no? (dónde ha quedado la caballerosidad inglesa, por favor):


El Torygraph afina más. Te llama gordo/a con más flema, además de prometer que puedes seguir comiendo para adelgazar, como quien dice que tranqui, que hambre no vas a pasar. Se trata de "30 pequeños cambios que hacen una gran diferencia" (imagínatelo: "no comas entre horas", etcétera) y de la "comida saludable" de Amelia Freer, una señora bien que se presenta como "terapeuta nutricional" y cuyo lema es "Cocinar. Nutrir. Lucir". Sí, tranquilo: yo también me he llevado la mano a la cartera:


En su edición escocesa, el marketing se ha visto acompañado por una redacción más sensible, que ha procurado acompañar las recetas de Ms Freer con "contenido editorial" ad hoc acerca de la alarma suscitada por el "consumo temerario" de alcohol (título principal, no less). ¿Beber temerariamente en Escocia? No se podía saber. I'm shocked, shocked:


Ya el Times no te llama gordo/a ni da por supuesto que te has puesto como un vikingo/a esta Navidad. Apela a la curiosidad digamos cultural por tu salud. ¡Tienes Que Saber Sobre Esa Dieta De La Que Todos Hablan! Y no te inquietes, podrás seguir tomando vino y comiendo chocolate, que es una manera –si uno no juzga mal, que es probable– de apelar a los chicos (vino) y a las chicas (chocolate) por otros medios. Una insinuante señora acompaña la cosa –aunque está bebiendo vino y seguramente es así para desmentir el prejuicio de uno. El Times es más serio: no te promete adelgazar seis kilos sino tres (siete libras viene a ser eso), pero ¡en siete días! Esta portada también se lleva el premio a la mejor postal publicada en primera el 2 de enero.


El Guardian, que ya le ha quitado el título de Diario Pijo al Independent, te vende, como quien no quiere la cosa, las ensaladas invernales de Yotam Ottolenghi, el crítico culinario / cocinero / empresario nutricional que les escribe las recetas. Con una elegante insinuación ("fresh start", un nuevo comienzo) apela a tu subconsciente, que sabe de la necesidad de un detox postnavideño, por decirlo à la Guardian. 

Para el gusto de uno, sólo falta una columna de Owen Jones sobre lo progre que es perder peso, una forma de indignación tan buena como cualquiera contra el complejo militar-culinario que nos aliena. Debe estar al caer. [Detalle: ¿ves cómo llaman a Jennifer Jason Leigh "queen of American noir"? En Estados Unidos la llaman "screaming queen". Pero bueno, si eres un lector posh del Guardian no ves películas de miedo sino "American noirs". Por favor eh. Qué grandes.


Por último, están el Star y el Express, lo más bajo. Deben pensar que su público se cisca en kilos y barrigas. Que les interesa más el futuro. De manera que estos tabloides se dedican a tomarles el pelo con el pronóstico de los astros (¡y el Star les regala dos comidas! ¡Encima!): 

 


¿Todos los diarios británicos venden dietas y astros? ¿Todos? NO. El Indy sigue resistiendo ahora y siempre al invasor y, con un par (disculpa mi francés) pone el Papa Francisco en portada y habla de "Un año nuevo espiritual". Así no hay modo de adelagazar, oiga:


El hermanito pequeño (pero que vende más), lleva a Jeremy Corbyn, ese rojo que ahora maneja las riendas en el Labour. Propaganda:

¿Hace mucho que no ve Le Monde en papel?

Los fans de los diarios impresos deberían echar un vistazo a lo que está haciendo Le Monde. Tanto fijarse en la pirotecnic gráfica de Libération y resulta que las cosas de leer están en el diario de al lado. Bueno, de leer o no. El jueves pasado, el Monde llevaba una entrevista a la cantautora catalana Silvia Pérez Cruz (incline la cabeza, por favor). Esta:


Clic para ampliar

Es apenas una muestra de lo que están haciendo últimamente. Claro, el caso es que es un diario, ya digo, para leer-leer, no para mirar u hojear/ojear. Es para fans del periodismo impreso. A los partidarios de los pósters más o menos informativos les parecerá aburrido.

Gràcies, @carmeriera!