miércoles, 31 de enero de 2007

Crucero del Norte y los genes de un diario

Un chofer de Crucero del Norte no pasó el test de alcoholemia en la terminal de ómnibus de Posadas. La empresa es una de las más grandes de la Argentina, con sede en Posadas y destinos en todo el país y en el extranjero. Todos usamos esos autobuses varias veces al año por un motivo u otro. El caso es una muestra completa de periodismo, con todos sus ingredientes.

Ocurrió el domingo 28, a la noche, cuando el diario estaba a punto de cerrarse. La noticia daba para abrir el diario: desnudaba una realidad terrible que afecta a casi todos sus lectores. La periodista a cargo de la sección pensaba publicarla sin mencionar la empresa y minimizando su dimensión (la enterraba en una página par). Sin que nadie se lo dijera, tenía en cuenta que la empresa es anunciante del diario y prevía un conflicto con la gerencia comercial, con los jefes y con los dueños del diario.

Le sugerí que pusiera el nombre de la empresa y que el título era, palabras más, palabras menos: "Un chofer de Crucero del Norte no pasó el alcotest". El hecho estaba súper probado, con el acta de infracción municipal firmada por el propio chofer. El resto, las peleas entre el intendente de Posadas y el dueño de la empresa, eran otra cuestión. Le dije, también, que debían hablar con Crucero del Norte, cosa que todavía no habían hecho. En la empresa aceptaron que el chofer había bebido dos botellas de cerveza antes de salir y nos anunciaron que lo desafectaban del servicio. Hasta llegaron a decir que agradecían los controles del municipio dado que ellos no los podían hacer.

El municipio secuestró la unidad y le pegó fajas de clausura en las puertas. Entonces la empresa puso el grito en el cielo: una cosa es que el chofer no esté en condiciones y otra que se demore al autobús, que no tiene la culpa. No había ninguna razón para clausurar un vehículo por el alcotest positivo del conductor. Con eso desviaron la atención del tema principal. Mientras llevaron al chofer a hacerle otro alcotest en la policía provincial, tres horas después. Terminaron asegurando que el chofer estaba en perfectas condiciones y plantearon una complicadísima cuestión de competencia y jurisdicciones entre el municipio de Posadas, la provincia de Misiones y la Gendarmería Nacional.

Solo El Territorio dio la noticia en la edición del lunes 29. La competencia había estado en el lugar y no sabemos si no lo publicaron por presiones o por autocensura. Nuestra crónica era ascéptica y breve. No aparecía ninguna referencia en la portada y se mencionaban las dos fuentes. Advertí a los periodistas que esa y solo esa era la concesión que hacía al anunciante, a quien se mencionaba en el título de la nota.

Al día siguiente el episodio fue el tema principal de todas las radios de Misiones. Los otros diarios no tuvieron más remedio que tomar el tema un día tarde. La gente de la sección comercial de El Territorio sugirió a la redacción que por culpa de esa noticia perderíamos la publicidad de Crucero del Norte (un contrato anual para las orejas, pegadas al logotipo del diario). De la empresa llamaron al Jefe de Redacción para decirle que habían comprado carne podrida. Cambiaron el discurso cuatro veces en 24 horas. Los choferes de la empresa organizaron un piquete para no dejar entrar ómnibus en la terminal, en solidaridad con el chofer sancionado. Mostraron el segundo test como prueba, y sostenían que todo se trataba de un ataque del intendente a la empresa. Así lo hizo saber Crucero del Norte en una solicitada publicada en El Territorio y en la competencia.

El Territorio no se apeó nunca de la información que dió. Informó de lo que había pasado a los lectores, los principales afectados por un chofer borracho. Si Crucero del Norte retiraba la publicidad del diario, iba a ser mucho más grave el título del día siguiente. Los demás diarios quedaron colgados del pincel, mientras El Territorio cumplía con sus lectores, con su historia y con sus genes.

El código genético de los diarios, en Paper Papers, 5/11/06

domingo, 28 de enero de 2007

Need to know & nice to know

Son las dos realidades que cubren los diarios y es otro modo de referirse a la vida pública y la vida privada. Hard & soft news, en cambio, no son acertadas. Tampoco la antigua división de las redacciones en fría y caliente. Las noticias siempre son calientes.

Need to know y nice to know son conceptos mucho más adecuados al trabajo en las redacciones. Publicamos lo que el público necesita saber y lo que le gusta conocer. El lanzamiento del i-phone de Apple es algo que nos gusta saber. Un brote de gripe aviar lo necesitamos saber. Puede ser otro modo de dividir las secciones y las especialidades en un diario.

Las secciones son lugares de poder, en Paper Papers, 4/1/07

sábado, 27 de enero de 2007

La carrera del periodista

En el año 1996 empezamos a dibujar, con Juan Varela, el plan de carrera de los periodistas con la forma de copa de Martini. Ahora no recuerdo si luego intervino Toni Piqué. La pego tal como la tengo desde esos años. Si haces clic en la imagen la verás más grande:

Hay un momento en que los ascensos implican mando o manejo de personal. Ahí mismo se debe bifurcar en dos: el camino de las estrellas y el de los editores, con salarios iguales pero distintas responsabilidades. Las estrellas seguirán siendo cazadores hasta que se jubilen; los editores se quedan de cocineros. Mandan los editores, incluso sobre las estrellas, si es que pueden con ellos. En el cuadro llamo productores a los editores o cocineros y generadores a los reporteros o cazadores.

Cazadores y cocineros, en Paper Papers, 23/1/07

viernes, 26 de enero de 2007

Un abridor de diarios

Anteayer murió, a los 73 años, de Rafael Saralegui, que fue secretario de Redacción de La Nación de Buenos Aires. Lo conocí y lo aprecié como una gran persona y un gran periodista. Pero además era un gran abridor de diarios. Su nota necrológica en La Nación lo definía con esta claridad:

"En 1970 fue nombrado prosecretario de redacción y, en 1978, ascendido a secretario, con lo que encaraba la tarea de pensar con una visión total la edición del diario del día. Su labor se desplegaba dentro de la redacción y muchas veces no trascendía al lector; debía impulsar a los redactores, valorar los temas, sugerir coberturas".

Abrir y cerrar un diario, en Paper Papers, 19/1/07

miércoles, 24 de enero de 2007

El cuento del consultor

Lo había oido alguna vez, pero me costaba reconstruirlo para contarlo yo mismo. Es una historia de consultores, de esos que abundan en los diarios como las moscas molestas del trópico:

Un pastor de ovejas ya anciano se topó en la montaña con un joven al volante de una súper 4x4. Después de saludarse, el joven hizo una propuesta:

-"¿Me regala una oveja si le adivino la cantidad que tiene su rebaño?".

El pastor acepto escéptico. Con su notebook HP Pavillon dv1000 y su teléfono satelital consultó el joven las estadísticas mundiales y regionales de ganados, las características de las ovejas merinas, las costumbres de los pastores de las montañas, los índices de supervivencia y de natalidad de los ovinos. Luego calculó los números en su planilla Excel y proyectó con el Power Point en una roca de la ladera el número 243.

-"Muy bien, ese es el número exacto. Elija la oveja que más le guste".

Pero cuando el joven se subía a su todo terreno, el pastor lo paró, preocupado por el animal que había cargado.

-"Yo también quiero hacerle una propuesta: ¿me devuelve el animal si yo adivino su profesión?".

Aceptó el joven intrigado.

-"Usted es consultor"
-"¿Cómo lo supo?"
-"Muy fácil. Usted llegó aquí sin ser llamado, se mete en mi negocio sin pedir permiso, me dice algo que yo ya sabía y, encima, pretende cobrar por eso. ¡Y devuélvame mi perro ahora mismo!"

martes, 23 de enero de 2007

Cazadores y cocineros

Es otra división en cualquier diario, y por ahora no tiene nada que ver con las mujeres y los varones que trabajan en él. Habrá que esperar a que las mujeres se terminen de afianzar en esta profesión para saber si entrará la división ancestral entre varones recolectores y mujeres administradoras.

Podría plantearse una redacción con esas dos secciones: reportería y editoría. Los editores, jefes de sección, jefes de información y de cierre son cocineros (cfr: Las secciones son lugares de poder, en Paper Papers, 4/1/07 y Abrir y cerrar un diario, en Paper Papers, 19/1/07). Los cazadores son los reporteros con colmillo suficiente para morder la informacíón y seguirla hasta el fin del mundo. Unos y otros son enfermos de periodismo. Los jefes deben tener genes de cocinero, pero también habilidad para manejar gente. Se malogra un cazador cuando se lo convierte en cocinero. Un buen periodista no siempre es un buen jefe, por eso nunca debe ser un premio el manejo de personal en un diario (como ocurre en casi todas las otras industrias o en las fuerzas armadas). La aptitud de mando es, la mayoría de las veces, una pésima condición en un buen periodista. Y hay que resolver esta cuestión con aumentos de salario que no impliquen responsabilidades de mando o de edición.

Pero ese es otro tema para otro post: La carrera del periodista.

lunes, 22 de enero de 2007

La Cruz de Rovira

Ayer apareció en la portada de La Nación de Buenos Aires una noticia que es la expresión más cabal y académica de la condición de descubridor del verdadero periodista. Carlos Rovira, el gobernador de Misiones, en el nordeste argentino, proyecta construir el monumento más alto de la Argentina: una cruz de 80 metros sobre el cerro Santa Ana que se ve desde toda Posadas, la capital de la provincia. La nota aparece ilustrada en las páginas interiores con la comparación de la cruz con el Cristo Redentor del Corcovado, en Rio de Janeiro, del Obelisco de Buenos Aires y del Monumento a la Bandera, en Rosario, a los que supera con creces. El proyecto es una obra faraónica para perpetuar la memoria de su gobierno despótico, que ahora tiene fin asegurado gracias al rechazo del pueblo de Misiones en las elecciones del pasado 29 de octubre, pero sobre todo integra un festival de obras públicas lanzado por el gobierno de Misiones para gastarse los fondos públicos en este último año de gobierno.

El 7 de enero había aparecido en El Territorio de Posadas la noticia del festival de obras públicas y el intento de adjudicar las obras a sus amigos y parientes. Entre ellas se incluía la cruz de Santa Ana, con sus 80 metros y el presupuesto de 22 millones de pesos. Es una línea perdida en un artículo de cuatro columnas. El corresponsal de La Nación lo descubrió (o alguien se lo hizo ver) y su diario lo publicó destacado en la portada de ayer. El artículo hizo hablar a todo el país. Hoy los diarios independientes de Posadas debieron recoger en sus portadas la repercusión de la noticia, y el asombro nacional ante la megalomanía de Rovira.

Quién es un periodista, en Paper Papers, 27/11/05
Informar es producir hechos, en Paper Papers, 12/10/06

viernes, 19 de enero de 2007

Abrir y cerrar un diario

El Jefe de Información de un diario es un periodista que se levanta con ganas de comerse el mundo antes del desayuno. Decide para dónde ir ese día. Con intuición, apuesta por las informaciones y por el modo de cubrirlas. Pero sobre todo es un descubridor de noticias y de historias. Es quien mejor sabe leer los diarios y quien encuentra un diamante donde nadie ve más que lo de siempre. Es el puesto clave en toda redacción, por abajo del Jefe de Redacción y por arriba del Jefe de Cierre o copy editor. En la reunión de blanco, reunión de editores, budget meeting, o como se llame en cada lugar, deben estar los tres. Si no hay Jefe de Información (o de Apertura), debe ser el Jefe de Redacción quien se encargue de abrir el diario: es mucho más útil a esas horas que en el final del proceso, cuando el cierre impone lo que más se ve: corregir errores, atajar penales, apurar la tropa para salir a tiempo.

Cuando no hay una apertura eficaz, los diarios solo se cierran de la mañana a la noche. Cierran a los ponchazos con los temas que mandan otros. Cierran tarde y mal los diarios commoditizados por fuentes interesadas, por los poderes, por los políticos. Cierran sin agenda, sin coherencia y sin consistencia.

A esto se reduce todo el trabajo de un diario. Y, como dice Juan Varela, cierra bien quien abre bien. En este sentido las secciones de un diario son solo dos: una que abre y otra que cierra. Se podría armar una redacción con solo tres Jefes, de dos de ellos dependería gente de política, economía, espectáculos, deportes, información general, fotografía, arte... (cfr: Las secciones son lugares de poder, en Paper Papers, 4/1/07).

Los diarios commodity, en Paper Papers, 28/1/06

miércoles, 17 de enero de 2007

Periodismo y prostitución

Estaba ayer sentado en Aeroparque. Escribía un mensaje a la gente de prensa de Aerolíneas Argentinas para que corrijan los guiones de los anuncios de los vuelos y las voces de las azafatas, plagados de mismos y huérfanos de artículos. Por suerte apareció un amigo a advertirme que parecía un estúpido más de esos que trabaja en los aeropuertos: no lo haré más.

Nos pusimos a hablar de los diarios, que es siempre tema de conversación cuando hay un periodista. Y volví a confirmar la sensación de matrimonio que hay en los lectores (cfr. Los diarios y el matrimonio en Paper Papers 26/12/06). Todo lo que me dijo Ernesto sobre su diario fueron las palabras sabias de un lector que convive con un periódico. Estaba molesto por algunos cambios en la línea editorial, pero más le molestaba todavía la coherencia de otro diario que pudo mantener una línea gracias a que su dueño tiene dinero suficiente.

El poder ha prostituido a los perioditas, al periodismo y a la industria. Pero no es solo culpa del poder: en partes iguales tiene la culpa la industria. Años de independencia se pierden en minutos cuando se vende la conciencia de un diario. Sería más provechoso -y también más justo- morir abrazados a bandera de la libertad.

lunes, 15 de enero de 2007

El tráfico y la audiencia

El negocio de los diarios es la audiencia, el de las radios y la televisión también. La audiencia los convierte en soportes publicitarios. La diferencia entre la radio y la televisión y los diarios es la credibilidad. Los diarios crean audiencia con periodismo, las radios con periodismo y compañía en proporciones desiguales según la programación, la televisión con entretenimiento y, a veces, un poco de periodismo. En los diarios la credibilidad es esencial, en las radios la credibilidad suele ser del periodista más que de la señal. Como soporte publicitario la credibilidad es cabal, y también el público al que se dirige el medio.

Internet, en cambio, crea tráfico. Su publicidad es como la de vía pública. La relación de la publicidad con el medio es mínima. Pero el traseúnte está súper enganchado: en internet podemos anunciar raquetas a los que entran al club de tenis, juegos a los apostadores, libros en las librerías. A quien busca un coche, le podemos ofrecer todos los que tenemos del estilo del que busca.

Medir las audiencias de diarios por la venta neta es tan absurdo como medir la publicidad en internet por la cantidad de sitios en que se publica y no por la cantidad de clics de entrada.

El IVC de la época de Gutenberg, en Paper Papers, 20/10/06.

jueves, 11 de enero de 2007

El síndrome de la biblioteca

Las bibliotecas son los lugares más acogedores del universo. Pero toda su magia se pierde por culpa de los bibliotecarios. Es un género y una profesión que habría que desterrar, como la de los correctores. El síndrome de la biblioteca ataca a los correctores, a la seguridad y al departamento de sistemas de los diarios. También ocurre en otras muchas industrias, pero esto es un blog sobre diarios de papel y de sangre y fuego.

El trabajo de los bibliotecarios (el masculino es pura generalización del castellano) consiste en la protección de los libros que clasifican y atesoran entre sus anaqueles. Pero resulta que esa protección impide muchas veces la lectura, que es el fin de cualquier libro y también de la biblioteca. Si los bibliotecarios fueran menos cuidadosos, las bibliotecas cumplirían mucho mejor su función. Y los libros cumplirían su misión: fecundar cerebros con ideas. Es preferible un libro perdido o robado a un libro no leído.

Bibliotecarios, guardias, informáticos y correctores tienen el mismo gen: crecen en la inseguridad, los errores y los virus, como los peces en el agua. Esas lacras son su razón de ser, como la muerte para los funebreros. Los dueños de las empresas de seguridad se frotan las manos cada vez que hay un secuestro. Asustan con virus y desgracias sin cuento los informáticos, para tener trabajo y no hacer lo que deben, que es aprovechar al máximo las prestaciones de las computadoras. A los correctores les conviene que haya errores, y si no los hay, corregirán igual los textos de los redactores, hasta dejarlos bastante peor.

Ante cada nuevo error que se cuela, virus que amenaza o robo de un bolígrafo, en lugar de asumir su responsabilidad, piden más empleados. Si no ocurre nada, dicen que es porque están ellos. Cuando se los quiere reducir, extorsionan con los virus, los errores o los robos. Medran con el miedo, y toman como rehenes a los mismos dueños y directivos de los periódicos. Como en la corrección, si se lo sabe hacer, no ocurre nada cuando se reduce al mínimo indispensable (o a cero) el número de los informáticos o del personal de seguridad.

Debe impedirse a toda costa que la seguridad, la informática y la corrección se conviertan en un ámbito de poder dentro de los periódicos. Si las hay, deben servir de la calidad de los contenidos, como los bibliotecarios, que deben facilitar la lectura de los libros, nunca impedirla.

La corrección es un nudo en el fujo de los contenidos, en Paper Papers, 31/12/06

lunes, 8 de enero de 2007

Diarios de pago en caída libre

Cuando News International decidió lanzar thelondonpaper, exploraba por primera vez el mercado de los vespertinos y de los gratuitos del Reino Unido. Pero también disparaba contra la línea de flotación de su competencia. Ante el acoso inminente, Associated Newspapers optó por lanzar un diario del mismo corte, London Lite, y subió el precio del Evening Standard, al que incorporó en la cabecera el lema "London's quality afternoon newspaper". Cfr: Nuevo gratuito de Rupert Murdoch en Londres en Paper Papers, 16/8/2006.

De acuerdo con las cifras del pasado mes de noviembre de la Audit Bureau of Circulation (ABC), apenas tres meses después de su lanzamiento, los dos gratuitos londineneses distribuían en conjunto casi 800.000 ejemplares (425.508 thelondonpaper y 372.580 London Lite). Evening Standard vendía 272.448, un 21% menos que en 2005. Su caída libre dejaba al descubierto la insatisfacción inmediata de muchos de sus lectores que encontraron gratis lo mismo y quizá mejor contado.

Muchos otros diarios de pago de todo el mundo aplazan el cambio y se refugian en el éxito de las grandes promociones que seducen a corto plazo a los lectores pero que convierten la marca en una mera empresa de distribución de noticias perfectamente prescindibles. Cfr: Plan de Marketing: PERIODISMO en Paper Papers, 16/12/06.

Son palabras de Alfredo Triviño, director de arte de nuevos proyectos de News International.

jueves, 4 de enero de 2007

Las secciones son lugares de poder

Solo hay que preguntárselo a los lectores. Veremos que las secciones les dan lo mismo. O podemos hacer la prueba y meter una noticia deportiva en medio de las de política. Lo hacemos muchas veces por razones de cierre, y nadie se queja.

Las secciones son más un factor de poder y de organización de la redacción que un método para ordenar la información en las páginas. Son menos un servicio a los lectores que a los periodistas. Hoy hay tres, solo tres, grandes secciones para un lector: vida pública, vida privada y deportes. Lo demás es poder, intrigas, recursos humanos, nepotismo, necesidades innecesarias. ¿Deben estar juntas Política y Economía? Depende de los movimientos dentro del diario y de la fuerza que se le quiera dar a los jefes y redactores de esas secciones.

A nadie le molesta que en la portada del periódico los temas estén mezclados. Tampoco adentro de sus páginas. Este es uno de los mitos de los diarios, de esos que a Javier Errea le gusta destruir.