martes, 12 de septiembre de 2006

Nadie ha matado a los diarios

"La prensa moderna nació con la democratización política y social. Se ha desarrollado con los estados industrializados y el progreso material y político. Es la razón por la que sigue creciendo en los países en desarrollo cuya democracia o apertura política y social avanza" asegura Juan Varela en su blog, Periodistas 21. Sigue: "En los países del tercer sector, instalados en la revolución digital y de los servicios, la irrupción de nuevas tecnologías ha permitido a muchos ciudadanos amplificar su voz para llegar a una audiencia en teoría infinita. Es el fin de la comunicación de masas y la aparición de un mercado infinito de nichos. La crisis de la autoridad, de la credibilidad y de la mediación son el eje del crack de la prensa tradicional"

Estamos ante un cambio cultural tan revolucionario como el que produjo la imprenta de tipos móviles de Gutenberg. El mundo se abre a una nueva forma de poder, aunque no sepamos ni cómo será. En no mucho tiempo las democracias occidentales serán lo que para nosostros son los tres mosqueteros. Hoy la circulación de diarios avanza donde avanza el progreso: en China. Los diarios nacen acompañando los grandes cambios políticos y sociales. El País de Madrid es el caso más cercano y más paradigmático, pero hay muchos más.

¿Quien ha matado a los diarios? se preguntó, como un hecho consumado, The Economist del 26 de agosto. Y contesta: la tecnología, la estructura del negocio, la gratuidad de la información, el acceso universal a las fuentes.

Pero los diarios no están muertos. La gratuidad no es una novedad en la industria ni en el periodismo. La información es así porque que no se consume con su uso: lo sabe el último lector de ojito del metro de cualquier ciudad. Que los diarios viven de la publicidad no es tampoco una novedad.

Pero sigue Varela: "Es necesaria una nueva prensa. Los editores, ejecutivos y profesionales están obligados a cambiar la estructura del periodismo y del negocio para sobrevivir y medrar en el nuevo ecosistema de la información y los medios. El futuro es digital, móvil, audiovisual... pero también, y sobre todo, mucho más crítico y disperso. Mercado de nichos, no de gran consumo. Ese debe ser el eje del cambio de economía de la prensa de papel. El cambio informativo obliga a abrirse a la participación y la interactividad de los ciudadanos. No solo oir su voz, sino integrar sus criterios y aportaciones en la propia información. Ahora se llama periodismo de fuente abierta, pero el buen periodismo de siempre, el que se hundía en el debate público para encontrar la información allá donde estuviera y buscaba la verdad práctica con los ojos de su público. Solo eso ¡Y qué difícil es!"

sábado, 2 de septiembre de 2006

ADEPA debería redefinirse

ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) puede y debe redefinir su tarea para conseguir sus fines. Dejar de actuar como una iglesia para convertirse en una verdadera cámara empresaria de la industria de los diarios argentinos. La defensa de los intereses de sus asociados tiene que centrarse en su solvencia económica y financiera, que es el presupuesto indispensable de toda libertad de expresión. Además, y por esta misma razón, no debería pretender ADEPA ser la única ni la más importante institución defensora de la libertad de prensa: cuantas más haya, mejor.

Hoy día, en la Argentina, conviven cuatro agrupaciones de prensa gráfica: ADEPA, ADIRA (Asociación de Diarios del Interior de la Argentina), AEDBA (Asociación de Editores de Diarios de Buenos Aires) y la CEMCI (Comisión Empresaria de Medios de Comunicación Independientes), de la que son socias las tres primeras. Es una clara prueba de la histeria nacional.

Se gastaría mucho menos dinero y esfuerzos se se funden las cuatro instituciones en una sola agrupación fuerte y poderosa, enfocada al servicio de la libertad de información y opinión de los periódicos argentinos. Los modelos de la NAA norteamericana, la ANP chilena y la ANJ del Brasil son ejemplos claros de lo que debería ser ADEPA.

Esta redefinición de las tareas de ADEPA es perfectamente compatible con el cumplimiento cabal de su misión y de sus fines, expresados en el acta de Santiago de Chile del 24 de octubre de 1962:

1) Afirmar la tradición espiritual del periodismo argentino y velar por el fiel cumplimiento de las normas éticas de la actividad periodística;
2) Defender la libertad de expresión en general y la libertad de prensa en particular, con el concepto de que sin ellas no es posible la auténtica democracia a que aspiran;
3) Colaborar en el desarrollo técnico y cultural de la prensa argentina; y
4) Estrechar vínculos entre los hombres de prensa de toda la República, desarrollando las actividades complementarias implícitas en estos postulados".

Misión de la ANP de Chile:
La Asociación Nacional de Prensa tiene como sus principales objetivos la defensa integral de las libertades de información y de opinión; el acceso a las fuentes noticiosas de interés público; la defensa del derecho de las empresas periodísticas a trabajar sin violencias ni presiones económicas o administrativas, el perfeccionamiento de la actividad periodística y el reconocimiento de la función social que desempeña la prensa. La ANP estima que la consolidación de estos principios asegurará la existencia de un periodismo libre e independiente y, como consecuencia, la convivencia democrática y el progreso espiritual, político y social de Chile.

Misión de la ANJ del Brasil:
Defender a liberdade de expressão, do pensamento e da propaganda, o funcionamento sem restrições da imprensa, observados os princípios de responsabilidade, e lutar pela defesa dos direitos humanos, os valores da democracia representativa e a livre iniciativa.

A Associação Nacional de Jornais representa os jornais na defesa de seus legítimos interesses e contribui para que, pela troca de experiências, da difusão de inovações e da cooperação entre empresas e entidades congêneres, a mídia jornal possa se desenvolver em seus mais diversos aspectos: Recursos Humanos; Gestão Empresarial; Estratégia; Marketing; Comercialização; Leitura e Circulação Tecnologia; Qualidade Editorial; Legislação e Decisões Jurídicas; Relações Internacionais.

viernes, 1 de septiembre de 2006

Las verdaderas amenazas a la libertad de prensa

Las habituales denuncias por amenazas a la libertad de prensa en la Argentina son muchas veces tan preocupantes como los factores climáticos: por distintos motivos siempre algún poder (o algún desequilibrado) cercena la libertad de prensa, pero la industria sabe capear el temporal y consigue filtrarse por los resquicios del poder o esquivar al chiflado ocasional. ADEPA, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas, que tanto desvela al presidente Kirchner, se ocupa de ellas en declaraciones y advertencias, generalmente poco eficaces.

La publicidad del gobierno nacional, provincial o municipal se he convertido en nuestro país en una suerte de extorsión a la que muchas veces la industria se ha prestado con lamentables resultados: se trata, la mayoría de las veces, de publicidad innecesaria, cara y con el único fin de comprar la voluntad del medio en cuestión. En este contexto, cuando el poder retacea o retira la publicidad a los medios que critican su accionar, les hace un favor: los vuelve libres y los coloca frente a su verdadero negocio.

Otras amenazas, mucho más graves, pesan hoy sobre la libertad de prensa en la Argentina. Entre ellas parecen destacar tres:

1. La insolvencia económica de muchos medios, que los lleva a perder su independencia económica y caer en las maniobras de extorsión con la publicidad pública o privada. Las crisis económicas y financieras de los diarios se debieron en gran medida a la quiebra institucional y económica del país, pero no hay que soslayar los gruesos errores de pronóstico y de administración de las empresas periodísticas.

2. El sistema distribución y comercialización perverso y mafioso de los medios gráficos, amparado por leyes antiguas, injustas y poco republicanas, que asfixia a los diarios y les impide vender su producto con libertad. Debería reverse, demás, el sistema de auditoría de la difusión y venta de medios gráficos en la República Argentina.

3. La degradación cultural de la Argentina que aumenta cada año y hace difícil encontrar profesionales capaces de expresarse y público capaz de comprender los mensajes. Sin lenguaje no hay expresión posible, y la libertad de pensamiento se vuelve una quimera.