jueves, 31 de marzo de 2016

Adiós Muy


Hoy salió el último número de Muy, el popular que el Grupo Clarín sacó para pisarle el negocio a Libre, de Editorial Perfil. Se fue sin siquiera saludar.

Su cierre fue anunciado aquí, en Paper Papers, el 13 de marzo de 2012. Hay que admitir que duró bastante y que el Grupo Clarín lo cierra cuando terminó su pelea con el poder político de los Kirchner, a cuya persecuta podrían haber recurrido como excusa. Además aseguran que no quedara nadie en la calle y que sus empleados pasarán a la plantilla del grupo y al sitio web de Muy.

domingo, 27 de marzo de 2016

Bye Indy


Es la edición de ayer del Independent, la última, tal como lo anunció The Guardian el pasado 12 de febrero (aquí en Paper Papers). El viernes 25 –Viernes Santo– The Guardian publicó este obituario del Independent. Aquí la nota en La Nación de Buenos Aires.

domingo, 20 de marzo de 2016

The Independent sigue saliendo como en papel, pero sin papel


La de hoy es la última edición en papel impreso del Independent on Sunday de Londres. El diario seguirá saliendo en papel hasta el sábado 26, en formato papel pero sin papel, solo para suscriptores, que lo pueden leer en sus pantallas.

martes, 15 de marzo de 2016

Comunicación interna y externa


No sé si fue la intención de Hernán Iglesias Illa cuando escribió Cambiamos, pero es la idea básica que me quedó al terminar el libro, que ahora viene a mi mente a raíz de una consulta (he prestado el libro y no puedo encontrar una de unas cuantas citas para agregar aquí). El esfuerzo del equipo de discurso en la campaña del actual Presidente de la República Argentina estaba concentrado en clarificar los objetivos políticos, porque sabían que si todos los tenían claros, habría un solo discurso hacia afuera.

En todos los órdenes de la vida, personal y colectiva, la comunicación hacia afuera es superabundancia de lo que pasa adentro. Y el esfuerzo por comunicar suele reflejar una necesidad de informar algo que no se parece a lo que se cocina adentro. Y al revés, cuando en una organización
–un partido político en el caso de Cambiemos– están claros los objetivos, no hay que hacer ningún esfuerzo para comunicar hacia afuera, solo hay que abrir las puertas.

Podría decirse que una entidad que gasta recursos en comunicación externa debe tener algo que esconder. O mejor todavía: los recursos dedicados de la comunicación externa son directamente proporcionales a las mentiras. Y dividir en una organización a la comunicación en interna y externa es una pésima señal. Solo hay una y las puertas abiertas o dos y las puertas están cerradas.

viernes, 11 de marzo de 2016

Mario Vargas Llosa y la prensa

Ayer aparecieron entrevistas a Mario Vargas Llosa en Clarín y La Nación de Buenos Aires. Cosas que pasan... lo curioso es que Vargas Llosa tiene la misma ropa en las dos, lo que indicaría que tiene poca ropa o que las hizo con muy poco tiempo de diferencia entre una y otra. Y para más inri resulta que casi todos los temas de portada de los dos diarios son iguales, entre ellos la inauguración de la ExpoAgro, que es un emprendimiento conjunto.


El motivo de la nota es la aparición de su última novela, Cinco esquinas, que presentará en Buenos Aires en la Feria del Libro el próximo mes de abril. Y como la novela trata en gran parte del periodismo, les paso algunas preguntas de Ezequiel Martínez (Clarín) y Martín Rodríguez Yebra (La Nación) y las respuestas de don Mario. 

La Nación

-¿Cómo interpreta el momento crítico que vive la prensa en el mundo?
-Es un período muy malo para el periodismo. Por una parte hay una información universal que no conoce barreras. Eso que parece maravilloso crea una gran confusión porque como no hay una valoración de la seriedad de la información se puede hacer pasar gato por liebre con facilidad. No se sabe si el periodismo de papel va a sobrevivir. Felizmente creo que los libros sí van a sobrevivir.
-¿Por qué?
-La gente ha descubierto que prefiere leer los libros en papel. Me alegro porque si las pantallas se hubieran impuesto la literatura ya no habría sido lo mismo: se habría vuelto mucho más superficial.
Clarín

–En "Los nuestros", el libro que publicó en 1966 con los perfiles de quienes protagonizarían el boom de la literatura latinoamericana, el ensayista Luis Harss le dedica a usted este párrafo: “El escándalo y la publicidad son lo último que a uno se le ocurriría asociar con Vargas Llosa”. Y hoy (por ayer) un diario español titula la crónica de la presentación de su novela así: “Vargas Llosa alardeó de sexo ante las íntimas de Isabel”.
–Pues así es la vida: el escándalo y la publicidad me han salido al encuentro, no lo he buscado yo. Desgraciadamente es un fenómeno de nuestro tiempo, ya no existe lo privado, todo es pasto de la chismografía que se ha colado hasta en los medios más serios. Yo tuve que protestarle a The New York Times, que entró en esta chismografía estúpida con una calumnia donde informaba de un Twitter que no tengo ni nunca tendré donde yo hacía publicidad de mi vida privada, que además dijo que había vendido a la revista Hola toda mi chismografía sentimental y que había cobrado 180 mil dólares, ¡una cosa verdaderamente infame! ¡El New York Times, que se supone que es un periódico serio, de repente me baña de invenciones!
–Uno de los ejes de la novela es, precisamente, una crítica a la prensa sensacionalista. Usted terminó de revisar el manuscrito en el medio…
–...de este desbarajuste, sí. Pero todo lo que tiene que ver con estos pasquines lo había escrito antes, siempre fue uno de los temas centrales de la historia. No tiene sentido asociar la novela con mi vida sentimental. Pero justo me vi envuelto en toda esta publicidad al mismo tiempo que se publicaba la novela y eso ha creado una imagen muy inexacta de lo que es Cinco esquinas. Es una crítica muy radical de lo que son las dictaduras y de cómo se valen de los medios de prensa para callar las críticas y para impedir que se ejerza la oposición en condiciones más o menos de equidad, de normalidad.
–¿Y lo de la prensa sensacionalista?
–Quería contar algo relacionado con lo que fue la utilización del periodismo amarillo por la dictadura de Fujimori. Cómo utilizó el periodismo de escándalo para intimidar a los críticos, para hundir en la mugre a sus adversarios, lo que fue una política sistemática que llevó a cabo su jefe de Inteligencia, Vladimir Montesinos, que financiaba estos pasquines y se jactaba de ponerles los titulares a estos periodiquitos que se colgaban en los quioscos, en las calles, con los que le interesaba llegar al gran público. Y la verdad es que lo consiguió, porque bañaron de mugre a todo el que se atrevía a criticar al régimen.

martes, 8 de marzo de 2016

Viceland


Nació en 1994 como la revista mensual Voice of Montreal, se comió a dos semanarios, sumó Vice, el sitio de noticias en internet, mudó sus cuarteles generales a Nueva York, y ahora lanzó el canal de televisión web Viceland. Está valuado en unos cuatro mil quinientos millones de dólares. La fórmula: divertido, desenfadado, audaz, interesante y las preguntas que nadie hace... Lea esta nota en Montreal Gazette.

viernes, 4 de marzo de 2016

Queridos compañeros


Los dejo con la Carta abierta del director de El País a la Redacción del periódico. Está plagada de obviedades de lanzamiento, de lugares comunes, de algunas contradicciones y también de la típica apuesta por un futuro digital y global en un diario que todavía no cumple los 40 años. Es curioso que se llame El País un medio que ahora apuesta por un continente, pero así es la historia de todas las cabeceras: nacen como una declaración de principios y con los años se convierten en nombre de fantasía. La novedad es que esta vez el director no escribe a los lectores sino a los periodistas, pero para que la lean los lectores.

Fuera de sarcasmos, vale la pena leerla. La perla es:
Gracias a vuestro sacrificio y colaboración nos encontramos en una posición competitiva y en condiciones de prolongar el liderazgo de EL PAÍS. Pero eso no significa que la batalla esté ganada ni que nuestra supervivencia esté garantizada. La revolución que afecta a los medios no ha concluido aún, el panorama es todavía muy confuso. La crisis, probablemente, no ha tocado fondo todavía. El trasvase de lectores del papel al digital es constante. Se puede dar ya por hecho que el hábito de la compra del periódico en el quiosco ha quedado reducido a una minoría. La mayoría de las personas, fundamentalmente los más jóvenes, buscan la información en otros soportes y la consumen de forma diferente.

También en el ámbito digital la situación sigue siendo aún incierta. La masiva transferencia de lectores de la web a los teléfonos móviles, así como la aparición de nuevos dispositivos portátiles y de amenazas recientes como los bloqueadores de publicidad, junto a otras más conocidas como la instalación de la cultura de la gratuidad, hacen muy complejo también el horizonte en el terreno de los nuevos medios. Empiezo a tener la impresión de que el paso del papel a lo digital es solo uno y no el más grande de los muchos pasos que los periódicos tendremos que dar hasta alcanzar nuestro verdadero espacio futuro.
Debería leer esta erreada.