jueves, 22 de enero de 2009

Decíamos ayer

El País se rediseñó y sigue pareciendo El Mundo, que se rediseñó y sigue pareciéndose a El País. Gráficamente, digo. Bueeeeeeno: estas son las portadas de ayer. ¿No debería notarse a la primera que son dos diarios distintos que se editan distinto, etc.? ¿O es que consiste en eso, en parecerse hasta en la publicidad? Digo: se conoce que el cambio va por dentro. Como las procesiones. Y también: hay que seguir esperando. La esperanza es lo último que se pierde, etc.

3 comentarios:

r dijo...

Ssshhh, que luego se enfadan.

El cambio será de mayor o menor calado ideológico, estructural y animoso en el interior, pero lo que es tangible como el acero es que ahora se parece muchísimo más que antes a El País.

Otras veces no se parecen, directamente hacen lo mismo.

Pues para ser una nueva forma de entender el periódico, un rediseño muy similar ya parecía poco novedoso año y medio atrás.

Anónimo dijo...

Claro que hay esperanza. La publicidad va en distinto sitio...

Mario Benito dijo...

A punto estuvimos de ponerla también de entrada...
Y no nos enfadamos, pero es que tampoco nos apetecía callarnos.