martes, 25 de noviembre de 2008

Pavoroso incendio

Juan Cruz sigue apocalíptico y tiene una prensa de fierro en la Argentina, de esa que se consigue con un Buenos Aires me fascina dicho en tiempo y lugar oportunos. Van tres respuestas a preguntas de Susana Reinoso aparecidas en el suplemento ADN Cultura de La Nación del pasado sábado. Y aclaro lo posteo aquí para hacerlo rabiar a TP.

¿Cómo es su relación con el periodismo?
Para hablar de instrumentos y no de personas, creo que todavía no se ha analizado el pavoroso incendio que se ha producido en el periodismo por culpa de la creencia generalizada de que Internet es un medio y no un material. Internet es como un bolígrafo que hay que saber manejar. Y por Internet han entrado las descalificaciones, las calumnias, los rumores. Es un espectáculo tremendo al que los periodistas debemos poner en orden. Porque el desorden es bestial. Después del Premio Nobel de Literatura a Le Clézio, en Internet se dijo que había muerto. Todavía no se ha analizado la gravedad de ese hecho. Los periodistas deberíamos analizar todo lo que se publica como si se hablara de nuestra familia. Pensamos poco en el daño que hacemos. Internet lleva dentro TNT, una bomba de tiempo. Un día nos despertaremos y veremos que aquel periodismo que verificaba la información con tres fuentes ya no existe más y lo rompió Internet. Aún no han encontrado el modo de verificar las noticias que se transmiten por Internet. Hay gente muy preocupada por este asunto.

¡Como si los diarios nunca hubieran matado a nadie!

Otra muerta que no murió, en Paper Papers, 11/8/08
Muertos que vos matáis, en Paper Papers, 9/8/08
Hay más muertos que no mueren, en Paper Papers, 2/3/08
Resucitar a los muertos, en Paper Papers, 28/2/08

¿Ya no existe el viejo periodismo?
El viejo periodismo está ahí, es el buen periodismo que mira, cuenta y se compadece. Kapuscinski tiene un librito titulado Los cínicos no sirven para este oficio . Estoy de acuerdo con eso. Todo lo que te cuento son datos que afirman el cinismo en esta profesión. A los periodistas que están sentados en las redacciones habría que ponerles pimienta en el culo, para que salgan a la calle ávidos y curiosos.

Me gusta lo de compadecerse. Decía unas cosas sobre la compasión y el periodismo con pasión hace años y las sigo sosteniendo. Con el librito de Kapuściński está pasando lo mismo que con los de McLuhan: citan solo el título y vale como si lo hubieran leído. Y lo de la pimienta en el culo creo haberlo escuchado hace unos 100 años.

La diferencia entre ellos es que Ryszard Kapuściński quiere cambiar el mundo, mientras que JC quiere cambiarse a sí mismo:

Todos los libros son para que te quieran. Los libros son como cartas. Uno las escribe. Pero este libro es una carta a mí mismo, para tratar de saber quién soy. Es un cuestionario que me hago, para contestármelo no sé cuándo.

2 comentarios:

Toni Piqué dijo...

Ah, malvado GP!
La diferencia entre un cantamañanas y un profesional es que el segundo te entusiasma, te atrae, te motiva. No conozco a nadie que quiera ser periodista tras leer a Juan Cruz o a Eduardo Galeano o a Garcia Màrquez (soy muy ignorante). En cambio, conozco decenas de personas que han decidido ser periodistas tras leer a RK o a Tom Wolfe o a Oriana Fallaci o a Joaquin Vidal.
Ese es su fracaso. Tanto pontificar, tanta monserga y tanta pimienta en el culo para acabar en la irrelevancia. Yo le sugiero que la pimienta la emplee con él –en los ojos.

Gonzalo Peltzer dijo...

Es que quieren ser periodistas porque quieren cambiar el mundo y no la cantidad de dinero de sus bolsillos, o el placer onanista de la "carta a mí mismo, para tratar de saber quién soy"