

¿De todos? No. Una aldea resiste: la del gobierno. Al leer los diarios del poder -hasta uno pretendidamente popular como Crónica, ahora firme junto al poder- se hace evidente que les duele. Es la confirmación de que había un plan y de que algo se rompió entre Maradona y el poder. Es lo que pasa cuando se juega con fuego y se compran lealtades con la billetera, que es la señal más clara de la precariedad del poder en la Argentina de hoy. Aquí, en LPO* el Plan A de los Kirchner con Maradona. El problema es que no había Plan B.




