viernes, 30 de julio de 2010

Para qué sirve el periodismo

Aquí la nota
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9 comentarios:

el mejillon suicida. dijo...

Por supuesto q la historia no tiene contestación, esta mujer quiere protestar, quiere que el mundo entero se avergüence de no evitar el ascenso de los talibanes.

Pero lamentablemente las tropas internacionales no están en Afganistán para evitar eso, están para obtener beneficios de los recursos de este territorio, cuando estos recursos no sean rentables, se irán.

Hay que tener cuidado con generar opiniones obvias, porque cualquiera puede hacer la conexión Las muejres sufrirán con los talibanes -> mi país hace bien en luchar en Afganistán, sobre todo porque la mayoría no se plantearía las condiciones de esa conexión.

Una justificación de la Guerra Afgana sin explicación en profundidad es muy peligrosa.

Además, también mueren civiles a manos del ejército salvador occidental de turno. Que también es muy grave.

Gonzalo Peltzer dijo...

Gracias Mejillón

Si. Claro. Y yo tengo una tía en Banfield.

Generalmente no tengo cuidado con generar ninguna opinión y así me siento libre y feliz. Y cuando opino yo mismo, también.

No estoy de acuerdo ni con la guerra ni con el corte de narices. Sí con el periodismo capaz de opinar y crear opinión a favor o en contra de mis propias ideas. Sin golpes bajos, con la verdad. Y por eso me saco el sombrero ante esta tapa de Time que se friega en la prueba -muy norteamericana- del desayuno.

Pablo do Paso dijo...

Les hubiera quedado muy bien una ablación, también. Y no los veo invadiendo los 40 países del mundo donde aún se hace.
Esto no es periodismo, es una portada sensacionalista para justificar una guerra injustificable del imperio y nuestros gobiernos guerreros de la ONU.
No sé si recuerdas lo que pasó aquí durante 40 años y no vino el amigo americano a invadirnos. Al contrario, consintió lo que había a cambio de que Franco combatiera el comunismo y les dejara unas bases.
A otro perro con ese hueso. Yo también tengo tías.

Gonzalo Peltzer dijo...

Bueno Pablo, bueno. Por suerte nos venimos salvando. Y eso que no hice más comentarios que el título y con ánimo de provocarte (a tí y a quien sea).

Dime una cosa: si nunca lo hicieron y si hay muchos países donde se mutila a las mujeres ¿no celebrarías que alguna vez empiecen a hacerlo?

Anónimo dijo...

Además, el argumento no es: por qué hay que ir a A a luchar. El argumento es: por qué es complicado estar a favir de una retirada. Se puede haber estado en contra de la intervención y estar en contra también de la retirada. La portada, genial.

Jordi G.

Pablo do Paso dijo...

Sí, hombre, claro, volvamos a la Edad Media, todos contra todos... Oh, espera: eso que dices tú se hizo hace poquito. Le llamaban colonialismo, iban unos señores blancos y decían que los otros, que eran negros, eran unos salvajes. Aún hay países lamiéndose las heridas de aquello. Te arrogas un papel de "civilizado occidental" que apesta. Esperaba más altura de miras. A mí no me pillas en más provocaciones. Me sobran sitios donde comentar.
De nada.

Fernando dijo...

Hola Gonzalo.
Es cierto que si los yanquis se van, seguirán cayendo orejas y narices, pero esa es la mitad de la verdad. La otra mitad no es tan magnánima: los yanquis están ahí porque les conviene.
A mí, que por suerte tengo nariz, la tapa no me huele del todo bien.
Saludos,
Fernando

Toni Piqué dijo...

Caballeros, caballeros… El periodismo sirve para motivar eso que está ocurriendo en estos comentarios. Pero no le echen la culpa al blog de nada más cosas que de provocar este debate.

Pablo, informar de algo no es estar a favor o en contra de ello. Significa señalar que es relevante. A ver si Papers pasará a la historia como promotor de la guerra de Afganistán.

[Entre tú y yo: tienes que leer alguna cosa decente e ilustrada sobre la Edad Media y verás que ha sido, en comparación (repito: en comparación), una de las épocas más pacíficas de la historia]

Gonzalo Peltzer dijo...

Gracias amigos. TP me ganó de mano.

Debo confesar mi ingenuidad. Cuando leo un periódico serio, independiente, tiendo primero a creer en la buena fe de los que lo hacen como creo siempre en la de la gente que trabaja conmigo. Algunas veces me engañan, pero son muy pocas.

Y les decía que no tengo dudas en el caso de Time. Para colmo no se trata precisamente del house organ de la derecha norteamericana.