
El razonamiento era sencillo: si hace años que ni las miro, para qué las quiero guardar. Y como estoy de mudanza, aprovecho para deshacerme de ellas. Salvo alguna excepción, esas fotos estarán todas en la red. Nunca hice diapositivas de ideas cuando no existía el Power Point y tampoco las hago ahora; seguía un sabio consejo de Miguel Urabayen para no caer en el refrito de las propias ideas, no repetir y exprimir un poco el cerebro. Miguel fue mi maestro en esto de las diapositivas: hasta conservo el paño negro que me recomendó usar como fondo uniforme en todas ellas. Muchas veces vi como lo desplegaba cuando tomaba fotos de diarios o revistas en el vestíbulo del edificio de Bibliotecas de la Universidad de Navarra.
Un cartonero de Buenos Aires se llevará miles de diapositivas esta noche. Hace diez años me hubiera jugado la vida por conservarlas, pero ya no valen ni el espacio que ocupan: todo está en la red o cabe en un pen drive.
¿Las diapositivas eran un medio o el medio era el proyector? Para McLuhan da igual. Es un modelo de medio que existe por lo menos desde la época de Platón. Y seguimos llamando diapositivas a cada unidad de una presentación o una foto que mostramos, aunque no hay película no positiva ni negativa. Es que no cambió nada importante: apenas se reacomodó el medio y lo seguirá haciendo quién sabe con qué tecnología.
El modelo documental, el de los periódicos y los libros, existe casi idéntico desde la época del papiro. Y el periodismo no es de papel, ni de papiro, ni de diapositivas.
2 comentarios:
las hubieras donado a una biblioteca que una universidad
Gracias por el consejo. Pero esas fotos en una bibioteca serían una antigüedad adentro de otra.
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