lunes, 13 de octubre de 2008

Dilema ético

Me gustaría tanto que los diarios y las revistas en lugar de poner esos grandes titulares de Crash! -y fondos negros en serie- mejor nos explicaran: qué sucede, cómo nos afecta la caída de las bolsas, cuáles son las proyecciones para empleo, consumo, subidas de precio... a entender verdaderamente lo que está pasando comenta Barinagarrementería en un post sobre las coberturas con puras interjecciones de la crisis mundial.

¿Qué debe hacer un periodista o un periódico que sabe que Leham Brothers está a punto de quebrar? Si lo dice acelera la quiebra y si no lo hace puede ser que los hermanos Lehman y otros bancos se salven (y los usureros y las cuevas de dinero y los vividores y los buitres...) Pasó en la época de la crisis bancaria en el Ecuador en 1999 y durante la crisis argentina de fines de 2001. Ambas terminaron con las presidencias de Jamil Mahuad y de Fernando De la Rúa, pero quienes sufrieron realmente las consecuencias fueron los ahorristas.

¿Hay que salvar el sistema o hay que avisar a los ciudadanos que su dinero no está seguro? Yo no tengo ninguna duda: la misión de la prensa es advertirlo. Siempre. La alternativa sería la complicidad con los mangantes y el poder. ¿Provocaría una corrida bancaria, la quiebra y la crisis? No: defendería con periodismo los intereses de los ciudadanos, aunque eso provoque la quiebra de todo el sistema. Por eso, además les advertiría lo que puede pasar.

Durante las crisis del Ecuador y de la Argentina algunos medios fueron cómplices del poder y de los bancos. Mal hecho. Muy mal. Ahora están pagando las consecuencias de su prudencia.

4 comentarios:

Gustavo Flores dijo...

Estimado Gonzalo, quisiera consultarle si es que tiene alguna referencia sobre Infografías para personas ciegas, ya sean trabajos realizados o experiencia docente. Estoy frente a esta situación por lo que ando haciendo consultas. Muchas gracias.
gaflores1@gmail.com

Barinagarrementeria dijo...

Hola Gonzalo. Sólo tengo una pequeña duda-aclaración respecto al post, ya que siento que se ejemplifica como si yo estuviera a favor de que los medios no hubieran dado cobertura a esto.
Aclaro que en ningún momento he estado en contra de que los diarios den el mayor y más crítico seguimiento a la crisis global, provocada por los avariciosos, egoístas, corruptos... banqueros. Me parece que merece cabezas de ocho columnas, que debe ser denunciada toda aquella duda en la seguridad de los ahorros.
Mi post anterior se refería más a la estrategia fácil de muchos diarios de empezar a usar el mismo recurso y encontrar adentro de la edición notas sobre la bolsa y la macroeconomía y poco, o nada, sobre la manera en que esto podía afectar en el consumidor.
Ok sí, el Ibex baja 8,39, la Bolsa Mexicana 6,5, Dow Jones otro tanto... pero eso cómo impacta en mi economía, qué debo esperar, cómo pasó esto (explicada para lectores que no son economistas).
Mi crítica, reitero, es que todos los diarios se fueron con propuestas editoriales que parecían más para expertos que para aquellos que manejan la economía de su casa, de aquellos que temían el desempleo.
Hay que denunciar la crisis, el robo, la manera tan cínica en que actuaron estos innombrables. De eso no tengo la menor duda.
un saludo.

ED dijo...

Bien puesto, Gonzalo. Una vez más: Los diarios se deben a los lectores, no a las fuentes.
Por eso resulta inaceptable la presión para no informar ejercida por los gobernantes, los poderosos o los expertos.
Peor cuando se trata de "expertos" privatizadores de utilidades. Pero como ahora cuando, con el problema encima, han intentado socializar las pérdidas.
http://www.nytimes.com/2008/10/13/opinion/13krugman.html?hp

Gonzalo Peltzer dijo...

Nunca pensé que defendías al sistema financiero, Barinagarrementería. Todo lo contrario. Está claro que con interjecciones los diarios y las revistas no hacen más que agarrarse la cabeza en lugar de explicar lo que pasa y adelantarse a los acontecimientos para los lectores. El Crash, Catacrac y Fuck no son más que expresiones de su propia mediocridad para informar y para analizar la información, aunque sea The Economist o Libération.