sábado, 31 de marzo de 2012

Otra buena portada/tapa/capa de Correio Braziliense

Trata de los casos sin resolver de torturas y asesinatos durante la represión de la dictadura (1964-85):


Obrigado pela dica, PFV*

viernes, 30 de marzo de 2012

Entretanto, en un universo paralelo…

"La mejor noticia de la historia. Expertos aseguran que la cerveza adelgaza". El diario es australiano. Crisis ¿What crisis?


Portada Ni-Ni, la antiportada

En España llaman Ni-Ni a los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Bien. Ideal publica hoy esta portada/tapa Ni-Ni:


Este es un diario que le pega duro y procura hacerlo bien. Usted lo ha visto en Esta Casa aquí, aquí y aquí. Pero este tipo de portadas son, a juicio de uno, la antiportada: nada por aquí, nada por allá… aquí tiene los datos y allá usted se las componga. Se nota hasta en la gráfica: la foto es "turística" (oiga, una huelga general es algo muy serio) y el titular está perdido, mal escalado, flotando entre burbujitas de datos y fotitos que no se ven ni se sienten.

Mi profe CS* no entendía esta cosa de los periodistas, que nos matamos por ofrecer cuantas más versiones mejor y morimos amontonando datos antes que averigüar qué carajo ha pasado realmente para decir por qué pasa lo que pasa y qué puede pasar. CS* comparaba el trabajo periodístico al trabajo forense y preguntaba qué pensaríamos de un juez que se excusara de fallar por la dificultad de combinar los alegatos de la defensa (el acusado estaba bebiendo con ellos a tal hora en tal lugar) y de la acusación (estaba matando a la viejita a la misma hora en tal otro lugar).

No es así exactamente, de acuerdo, pero es más parecido a eso que lo contrario.

Por eso a uno no le gustan estan portadas. Y sí: contra gustos no hay disgustos. Pero resumir así el trabajo de 18 periodistas y cuatro fotógrafos (¿por qué esa distinción? ¿por qué no 22 periodistas y ya?)… pues no sé. Además ¿qué importa si son 22, 2 ó 222? Hablar de uno así no está bien. ¿A quién le importa? Pues… le importa a ABC (¡Por qué Yo Lo Merezco!):



Y el chistecito del titular… ni los peores "puns" del Mirror y del Sun juntos. Unos cuantos han caído en la tentación del jueguito de palabras a costa de la expresión "huelga general":





La Razón exagera tanto el juego que la rompe y miente, creando otro de esos universos paralelos a los que tan aficionada es esa cabecera. No quieren ni informar, sino urticar a los "enemigos" y jalear a sus "fieles". Es puro exhibicionismo provocador, una necesidad grave de transformar cada portada en un Día del Orgullo de La Razón con la que sus seguidores puedan reforzar y festejar su identidad:


No sé que deben pensar los periodistas de ese diario. Los que conozco son gente sufridísima como pocos: todo su trabajo asesinado en esas portadas… Es muy duro. En fin, El País y El Mundo no engañan a nadie. Ni quito ni pongo Rey, pero ayudo a mi señor:



El Mundo tiene gracia porque las consecuencias de eventos como una huelga general no se ven el día de la huelga general y sacar esa conclusión tan contundente… pues ya veremos. Lo de El País está más cerca del acto fallido, porque… ¿qué puede ser más "creciente" que una huelga general? ¿Las barricadas, la nacionalización de los medios de producción, colgar al último cura con las tripas del último obispo (perdonen: hasta yo me he puesto amarillo)? Si la huelga de ayer no fue un éxito ¿qué credibilidad y qué fuerza tienen los sindicatos para amenazar que "profundizarán el conflicto", como dicen en el Río de la Plata (me encanta ese eufemismo)? ¿Deben esas amenazas abrir la portada? No sé.

Tá. Debieron sentir la necesidad de asegurarse de que esos mensajes llegaran hoy a Tout-Le-Monde. Parece que esos títulos/pancarta ya estaban decididos, pasara ayer lo que pasara.

* * * * *

El asunto más sustancial, de todos modos, no es el texto del titular o la elección de la idea que lo nutre. Lo mollar es su combinación con la fotografía, como ayer comentaba ISU* aka Guerra Eterna***. ¿Cómo se ilustra una huelga "mediana"? ¿Con un primer plano de la manifestación local ocupando firme, compacta, tensa, la principal avenida de la ciudad? ¿Un descebrebrado quemando un contenedor? ¿Un comerciante que discute con un piquete? ¿Cómo se elige esa foto?

Ahora mismo no lo sé. Pero sé que ese es el asunto.

Haga la prueba con un ejercicio sencillo. Compare, arriba, el Diario de Cádiz y el Diario de Sevilla. Son del mismo grupo, llevan el mismo titular. Pero las fotos son bien diferentes. ¿Qué diario lo cuenta mejor? Compárelas ahora con las de La Vanguardia y El Mundo. ¿Realmente cuentan el día de ayer, con toda su complejidad, o más bien tratan de que interpretemos la jornada del mismo modo que ellos?

No entiendo por qué La Vanguardia usa esa foto, tan poco representativa del día de ayer. Por algo será. Sí, ya sé que The New York Times y Financial Times usan algunas parecidas: opino exactamente lo mismo. Las han elegido con ganas de impacto, no de informar. Acá van esas más la de The Washington Post, que también es muy bonita [clic > amplía]:




.......................
***¿Cómo? ¿Que aún no sigue a Guerra Eterna? ¿Le parece bonito perder el tiempo de esa manera? Voy a darle un buen consejo gratis: sígalo inmediatamente. Le advierto que es un rojo de catálogo, así que luego no me líe con las sales, los calmantes y el sintrom.

jueves, 29 de marzo de 2012

Una portada inteligente, muy inteligente de The Economist

Esta noche The Economist (edición europea e internacional) se publicará con esta portada, cuyos referentes no tienen nada que ver con los del diario protagonista del post anterior. Vea:


Luego me criticaran por pedir más cerebro en las portadas de la prensa y por ser tan pesado con eso de la Cultura de Portada/Tapa. Bien. Ahora dígame si tengo o no razón.

El cuadro original es "Almuerzo campestre" ("Dejeuner sur l'herbe"), pintado en 1863 por Édouard Manet [Clic > Amplía]:


Es un asunto sobre el que trabajaron otros antes que el pobre Manet, como Tiziano. Digo pobre porque a Manet le pegaron hasta en el carnet de identidad por este cuadro, que está en las raíces del impresionismo y más. Picasso tiene varias versiones de la obra del francés. Como esta:


Claro. Hay que tener una cultura y una cosa. ¿O cree que por ser periodista está exento de conocer los referentes de su civilización? Si piensa eso, estimada o estimado… se equivocó de profesión. Aunque no le faltarán medios, como el de la entrada anterior, que pueden darle trabajo. Total, para lo que usan la cultura…

A qué me recuerda la portada de La Razón

Esta es la portada:


Y estos son los recuerdos, las asociaciones que he hecho al verla:







Son carteles franquistas editados durante la Guerra Civil española (1936-1939). Ya metidos en harina, la publicidad en el interior debería ir a juego. Este podría ser el estilo o la onda de la cosa:


Y las noticias, también, claro. Acá sugiero una muestra del tono adecuado de la "información":


Lo de este diario es tremenda reincidencia, porque ya la semana pasada sacaron esta primera:


¿Cómo puede acabar todo esto? ¿En Der Stürmer (aquí y aquí)? Ojalá que no. Los dueños de ese diario son gente sensata.

Internet ya no es lo que era


Revista Radiolandia, Argentina, 1956 (Gracias MS)


ACTUALIZACIÓN:

miércoles, 28 de marzo de 2012

Este sí es el titular del mes


[Clic > Amplía] Para saber más, consulte esta noticia de Los Angeles Times, nada menos.

El Mensajero de la Familia Cristiana



Así se llamaba un boletín que recibía mi abuelita en su casa. Cero periodismo, como el extinto Esquiú o el actual Cristo Hoy que se vende los domingos en las puertas de las iglesias argentinas. El periodismo no es su objetivo ni su negocio, igual que Granma... Pero no me digan que estas portadas no son de colección.

NOTA: Agrego la tapa de hoy, 29/3/12


Alguien se va a reír de nosotros...

Diario La Nación de Buenos Aires, 4 de marzo de 1981 (gracias GM). 

¿Se imaginan las obviedades que estaremos diciendo ahora?

martes, 27 de marzo de 2012

Los 20 Malofiej y el futuro de la infografía


Terminó la intensísima semana de los Premios Malofiej de Infografía, edición número 20, que me tuvo como jurado en Pamplona y luego en Madrid entre el sábado 17 y ahora mismo, que acabo de llegar a Buenos Aires. Esto es un comentario sobre los premios, sobre el estado actual de la infografía y su futuro. Pueden encontrar excelentes comentarios en blogs de otros jurados como Bryan Christie, Sheila Pontis o Andy Kirk y hasta algunas presentaciones como la de Moritz Stefaner, Mario Tascón y el mismo Andy Kirk (prometo agregar las otras que encuentre).

1. Los premios. En la página de los Malofiej20 están los ganadores. No los juzgo porque ya lo hizo un cuerpo colegiado que los eligió a pesar de sus diferencias y luego de largas discusiones. Pero quiero decir cinco cosas con el único ánimo de mejorar los premios y su servicio a la infografía:

a. Los premios Malofiej se otorgan a los mejores infográficos del mundo… que se presentaron a los premios Malofiej. Ocurre con casi todos los premios que conozco. No hay otro modo de premiar a nada ni a nadie si no hay postulaciones propias o ajenas o si no se envían los trabajos para su consideración. Y ya se sabe el principio elemental de la lotería: el que seguro no la gana es el que no compra billete.

Hay muy buenos trabajos que no ganan premios porque no se presentan. Es una lástima. Algunos aducen que no tienen dinero o tiempo para prepararlos y me consta que es una tarea bastante pesada y que hay que contar con un dinerillo extra. Para colmo muchas empresas no apoyan a sus empleados para hacerlo, por lo que a veces tienen que solventar con su propio billete los entries que, de ganar, darán lustre al periódico que no los apoyó. Ayer mismo estuve viendo un trabajo interactivo para smartphones y tabletas, que merece oro como un castillo, cuyo autor no lo piensa enviar a pesar de trabajar para un medio de primer orden mundial.

b. Los premios son proporcionales a los jurados. Si hay mayoría de anglosajones es más fácil que se premie a los anglosajones. Esto es natural: aunque la sede sea la Universidad de Navarra, en España, los premios se juran en inglés y cualquier jurado que no sea angloparlante debe saber inglés suficiente para no quedar afuera de las discusiones. No ocurre lo mismo al revés: para un inglés, alemán, norteamericano, austríaco o noruego, el castellano o el portugués son idiomas tan intrincados como para nosotros el árabe o el ruso. Es una realidad, no un juicio y no quiere decir que los gráficos premiados no sean los mejores. Lo que quiero decir es que es muy difícil que pasen los dos cortes clasificatorios muy buenos gráficos de periódicos latinoamericanos, portugueses, españoles, italianos, franceses, alemanes, chinos, rusos o de países árabes.

¿Cómo se contrarresta esta tendencia? Con tamaño, sobre todo y primero que nada. Caballo grande aunque no ande dicen que decía ahora no me acuerdo quién del grupo Recoletos. Y con cantidad: The New York Times, el diario Al Bayan de Dubai (EAU) o la revista InGraphics de Alemania envían los mismos entries para todas las categorías donde las pueden colar. Creo que esto no debería permitirse; pero mientras se permita, en alguna categoría consiguen pasar los cortes y en la discusión pueden ganar. Esto supone dinero, que es un gasto a veces elevado para el candidato y sobre todo un recurso muy necesario para la organización de los premios...


c. El sistema de votaciones no permite discutir ni hacer lobby por un entry hasta después de ese segundo corte. Primero se vota para descartar trabajos y basta con la mitad de los votos del jurado para hacerlo. Luego se vota al revés, sobre los candidatos que quedaron (el 25 % más o menos): los votos de la mitad de los jurados les permite quedarse para la discusión final, que sí se hace de viva voz y se vota a mano alzada. En las dos primeras votaciones se caen trabajos magníficos, que quizá merecían premios mejores de los que al final se otorgan. En el momento de la discusión solo se puede convencer a los otros jueces sobre las virtudes o defectos del gráfico en cuestión: pero entonces los que cayeron en los dos descartes ya no existen.

d. Por las reglas de los premios Malofiej, cuando uno de los jurados está vinculado a un entry debe abstenerse de votar. Entonces se reduce el número de votos necesarios para pasar los cortes o ganar las medallas de oro, plata o bronce. Esto le da una ventaja a los medios representados en el jurado, ya que necesitan menos votos para conseguir premios. No solo eso: creo que si un compañero de jurado, con el que estás conviviendo toda una semana, debe ausentarse para una votación, influye decisivamente a favor de su trabajo en esa votación.

e. La infografía (ya saben que no me gusta esa palabra) se trata de periodismo visual. Es un lenguaje periodístico (no un género) tan antiguo como los periódicos, que se disparó en la prensa a partir de los primeros Macintosh. Los Malofiej son a la infografía lo que la World Press Photo es al fotoperiodismo. Lo que hacemos en los periódicos hace casi 200 años es lo mismo que hacemos ahora: ensamblar en las páginas textos, fotos y dibujos (los dibujos en prensa son anteriores a las fotografías). Solo que hace por lo menos 25 años la herramienta es la misma para los tres lenguajes.

Resulta que a los premios llegan cantidad de entries que no tienen nada que ver con las noticias ni con el periodismo, aunque estén en periódicos. Es el caso de unos cuantos gráficos de uno los grandes infografistas de hoy, Luis Chumpitaz, o de muchos de la National Geographic Magazine, que tiene a otro de los grandes, Juan Velasco, o de la revista alemana InGraphics, dedicada a los infográficos y no a las noticias. Todos excelentes trabajos, pero de periodismo poco o nada. No se debería premiar el Descubrimiento de América, Como murió Jesús o una magnífica serie sobre los Trabajos de Hércules, sencillamente porque no es periodismo.

Resultaría muy interesante establecer por lo menos un par de grandes categorías noticiosas universales para unos premios importantes: acontecimientos sobre los que casi todos informan en el mundo: la boda del príncipe Guillermo (un acontecimiento previsto) o el tsunami de Japón (no previsto). Para el año que viene una categoría cantada puede ser un gráfico específico sobre los juegos olímpicos de Londres.

2. La infografía de hoy no es la de antes y esto es una lástima. Jaime Serra recibió en la cena final, la del viernes, el premio al gráfico más influyente de estos 20 años –La ballena franca (arriba)– y se llevó también el diploma al dibujante de prensa más influyente en estos cuatro lustros. Ese trabajo y otros por el estilo se publicaron en las dobles centrales de Viva, la revista dominical del diario Clarín. Conozco la historia de la ballena y sé que ese gráfico tenían una razón periodística evidente, pero si no la tuviera no cambia lo que quiero decir: Jaime impuso un estilo que ya parece no interesar a nadie. Hoy día los gráficos que gustan –o por lo menos gustaron a la mayoría de los jurados– son expresiones visuales de datos: globos, barras, líneas, relaciones, comparaciones, muñecos, puntos y más puntos. Nada de edificios cortados para mostrar su interior, barcos con cubiertas transparentes, acontecimientos paso a paso, dibujos frescos que muestran cómo ocurrió lo que ocurrió… Una desgracia, provocada de nuevo por las tecnologías, como cuando empezamos con esto, que parecía que los únicos gráficos que existían eran los confeccionados en Macintosh (me pasó en un jurado de la SND en Syracuse hace muchos años, que desechaban los que no estaban hechos en computadoras).

Jaime Serra y todos los grandes de aquella época (los que hicieron grande la infografía, hasta el año 2000 más o menos) contaban historias con gráficos. No seguían el paradigma falso del show don’t tell sino el verdadero del tell it visually (gracias MRA por la idea). Esos gráficos, que todavía aparecen tímidamente en algunos entries, no tuvieron gran éxito en la competencia de este año y muchos ni los envían porque saben que pierden el tiempo. Y sin embargo todos creemos que son los mejores. Una lástima porque los Malofiej muestran el camino y provocarán cada vez más show don’t tell y menos tell it visually.

3. El futuro de la infografía. Ya dije que show don’t tell es solo una frase bonita que no dice nada. Vale tanto para un lado como para el otro: tell don’t show. Lo que hacemos los periodistas es contar historias, por lo que pedirnos don’t tell es por lo menos un mal consejo. Lo que deben hacer los periodistas visuales es contar historias visualmente y no comparar datos visualmente con cuadros, tartas, globos o barras. Peor todavía cuando ni siquiera los comparamos y publicamos a página completa la cara de un inocente hecha con puntitos que representan la cantidad de días que pasó en la cárcel (es un bronce de esta edición, lo siento, no cumplí mi promesa...).

La infografía debe apartarse del paradigma del show don’t tell y volver a contar historias con dibujos, fotos y textos que es lo que hace un periódico. La infografía es todo lo que hace un periódico: periodismo visual. Siempre que haya una página, en papel, en la pantalla de un ordenador, en una tableta o en un smartphone, hacemos lo mismo (solo se agrega el movimiento en los medios digitales).


Creo que hay que buscar el futuro de la infografía en la columna diaria Ver entre líneas de Público de Madrid, que recibió un premio post mortem; en la de Il Corriere Della Sera (Orizzonti Nuovi Linguaggi que aporta la agencia Density Design); en la columna Jaime Serra de algunos domingos en La Vanguardia de Barcelona (arriba) o en la columna visual de la página 2 de los sábados en La Nación de Buenos Aires (abajo; clic > amplía). Ellos están –o estaban- contando historias de otro modo, visualmente, con ganas de innovar, con fuerza y con emoción. Son mensajes de verdad, editoriales, fuertes, conmovedores: nada más que periodismo.

Metáfora: el Belfast Telegraph regala pósters del Titanic



Entretanto, en un universo alternativo, esta misma semana…


Der Spiegel via RS*

lunes, 26 de marzo de 2012

Los tremendos disgustos de ABC

ABC de Madrid hace lo que puede para amortiguar el disgusto que se ha llevado con los resultados electorales en Andalucía, donde ayer se celebraron elecciones regionales:


En Andalucía gobierna el Partido Socialista desde hace 30 años, es decir desde… siempre, bien solo, bien en compañía de Izquierda Unida o del Partido Andalucista. Pero esta vez, amigas y amigos, esta vez parecía que la derecha podía alcanzar la mayoría absoluta y así lo pronosticaban todas las encuestas, analistas y gurúes. El propio ABC encargó su sondeo. Lo publicó el domingo pasado, último día hábil para difundir esos estudios, junto a una entrevista-póster al candidato de preferencia del diario. Fíjese abajo a la derecha:


Como usted comprenderá, este diario y sus colegas de facción se han pasado la semana dando por hecho que los socialistas sufrirían un descalabro monumental y ciscándose de lo lindo en esos pobres perdedores, etcétera. Estaban muy seguros, pues la debacle socialista se descontaba hasta en los diarios que suelen pacer por la izquierda:


Bien. En ABC interiorizaron la victoria conservadora tan a fondo que en su web ya habían preparado todo adelantándose a la realidad. Ayer, por descuido, publicaron esta plantilla:


Bien. ABC ha acabado estrellándose contra la realidad, que siempre es compleja y estropajosa. En la edición de Madrid templan gaitas, pero en la de Sevilla han dejado salir toda su mala onda… ¡y les ha salido la mejor portada del día!


Es el mejor titular del día a juicio de uno. Cuatro palabras que reflejan certeramente lo ocurrido, sin paliativos ni edulcorantes. ¡Blam! In your face! No sé si es lo que querían hacer, pero les ha salido redondo. Algunos se preguntan por qué la edición sevillana y sevillita de ABC va tan de frente con su chico. Ya se lo explico: porque por ese señor de la foto lo han dado todo desde 1996 y siempre les ha fallado. Vea esta portada de ese año, seis días antes de las elecciones (Gracias LG*):


Pues tampoco las ganó. Y ABC tampoco se desanimó. Al fin y al cabo, un mal día lo tiene cualquiera. Al fin y al cabo, ganarle el gobierno de Andalucía a los socialistas sería una gesta colosal, algo así como sacarle México al PRI en 1970 o Argentina al PJ ahora y siempre. Al fin y al cabo, resistir es vencer. Así que el diario siguió con los aprietes en portada para las elecciones de 2004 y de 2008:



En fin. Se conoce que llegaron al límite. Cinco elecciones sesgando la realidad para presionar a los electores y luego perderlas… Eso duele y calienta. Supongo que ayer, calculando que esta quinta derrota sería la última, decidieron –o se les escapó– aquella buena portada.

Esta historia de ABC le parece a uno la mejor del día de hoy. Han quedado algunas otras primeras para el recuerdo, como esta de El Correo de Andalucía, diario que ya pasó por mejores tiempos:


Es una portada que habla más del alivio de los periodistas de ese diario que de los hechos ocurridos ayer. ¿Qué pasará en esa redacción? ¿Dependen de que ganen los que ya estaban? Es raro o curioso, elija usted. No le comento que el "47" está en cuerpo mayor que el "50" porque, bueno, se cae de maduro. La afición a sesgar acaba cegando. "¡Pon ese 47 más grande, Fulanito!" ¿Puede imaginárselo? Quizá se jugaban la vida. Quién sabe.

Otra simpática anécdota tiene que ver con el diario en que colaboro los viernes. El domingo tenían por seguro que el Partido Popular ganaría y hablaban de "la Andalucía que encontrará el PP":


Hoy su portada es de esas de silbar y mirar al techo:


Y otros dejan portadas de aire ligeramente futbolero, donde se trasluce una cierta decepción o un cierto alivio por la suerte de sus respectivos "equipos":