lunes, 31 de mayo de 2010

El enemigo más serio

"Es la primera vez que Clarín se enfrenta con un enemigo en serio" me decía el Jefe de Redacción de un diario del interior de la Argentina. Y es tal cual: los ataques del poder a Clarín no son solo los de un enemigo poderoso. Además los están atacando de frente y por todos por flancos. Y no cuento cada caso porque ya los conocerán.

Solo el de Tiempo Argentino: los ven bajos de reflejos y arrinconados en sus contenidos en contra del poder y atacan con un diario que hace lo mismo pero al revés. Un diario que comprarían -no lo compra nadie, lo tienen que regalar- los mismos a quienes no les importa leer Clarín o algo similar. En ese sentido Tiempo no es Clarín al revés. Es Clarín de hace dos años.

La debilidad más grande de Clarín, la que están pagando más cara, es el cambio de su línea editorial. Han jugado su credibilidad y la han perdido. Mucho más ahora que cuando era evidente su cariño por los Kirchner.

Mientras esperamos la reacción heroica de Clarín, los periodistas seguiremos defendiendo el derecho sagrado de hacer con su diario lo que les parezca.

Pero sepan que el pueblo quiere periodismo y nada más que periodismo.

Otra cosa: los ataques del poder son una muestra de la debilidad del poder. Pero eso requiere una explicación muy larga para este post.

Clarín, los Kirchner y la Patria, en Paper Papers, 30/11/09
Cañones contra Clarin, en Paper Papers, 31/10/09
Clarín, la ley y los Kirchner, en Paper Papers, 11/10/09
Le mezquinan el culo a la jeringa, en Paper Papers, 22/9/08

2 comentarios:

camilo dijo...

no te pierdas título y volanta de una nota de hoy de tiempo argentino:
t; "el precio de la carne no baja y se compra mucho menos"
v: "la población castiga al sector optando por sustitutos para aliviar el bolsillo"
y entre otras perlas de la nota, la opínión de la cámara de supers chinos: "vendemos mucho arroz y fideos. (...) es queestos alimentos son mucho más baratos que la carne, el pollo, el cerdo y el pescado (...)".

Gonzalo Peltzer dijo...

Gracias Camilo. No estoy en Buenos Aires y no puedo ver Tiempo de hoy. No me molesta que sean sesgados, me molesta que digan que no lo son.