lunes, 2 de marzo de 2009

Fiesta de la democracia, orgía de la información

Día de elecciones. Unos 251.057 comentaristas, políticos, cargos, etc. repiten como loros eso de La-Fiesta-De-La-Democracia. Ocurre en todas partes. También las llaman comicios durante todo el día y toda la noche. La solemnidad de los tontos. Paciencia.

Ayer en Galicia y en Euskadi votó la gente. El resultado en los papeles ha sido, otra vez, adverso para la información y el periodismo –o sea, para la gente. La interpretación volvió a ganar por goleada. En Euskadi parece que son los diarios los que quitan y ponen mayorías. En Galicia, manda el tono épico o se da por ganador a uno que no se presentaba. ¿Son los diarios el Parlamento, que pone y quita gobiernos? ¿Les votan a ellos? Más paciencia. Se salva La Vanguardia, –fíjese al final de todo a ver si tengo razón o no. Vean, vean:

:: Adivine en menos de cinco segundos qué gobierno le gustaría al director o al dueño o a ambos que hubiera en Euskadi (esa mano cortada… ¡qué dolor!):

:: Nadar y guardar la ropa o el arte de protegerse:

:: Volcarse (o revolcarse) en la cobertura:
:: Esconder la cabeza debajo del ala:
:: Exotismo africano:
:: La mística inmortal, épica sublime:
:: Dar ganador a uno que no se presentaba:

:: Portada campeona:

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