martes, 10 de marzo de 2009

El poder y la prensa 14 / diatriba

Oigan y vean a Kirchner en su diatriba de ayer contra Clarín (ya se ve que lo de Catamarca le afectó):



"La verdad es que... escuchando a un medio, el gran diario argentino, Clarín... ¿qué te pasa Clarín? y decía que nosotros habíamos sufrido una fuerte derrota en Catamarca. Nosotros no lucramos Clarín, no estamos en el negocio de la política, estamos transformando a la patria ¿Por qué estás tan nervioso Clarín? Sé abierto, no desinformes. La gente se da cuenta. Hay que ser claros. ¿La alternancia es sólo para el peronismo? ¿Qué te pasa? Te abrimos los brazos para que te pongas tranquilo".

La alusión a la alternancia es una declaración de guerra: si la quieren en el poder, que dejen ellos también negocios para otros (para los amigos de Kirchner). Después vino lo de la nueva ley de radiodifusión: "tienen que entender que no queremos monopolios mediáticos". Pero como van las cosas, a esa ley la van a tener que sacar sin mayoría ni quórum.

A Kirchner le contesta hoy Ricardo Roa en la dos de Clarín (léalo completo):

No pasa nada diferente de lo que pasó en Catamarca. Ni de lo que vieron todos los diarios, salvo los oficialistas. No es la prensa sino la realidad lo que pone en aprietos al Gobierno. Según Kirchner, él abre los brazos a todos, no es hipócrita, no lucra, tiene convicciones, defiende a la Patria. En su universo ni un error ni una autocrítica. Pero por más que le de vueltas, así las derrotas son más costosas.

El poder y la prensa (la serie)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es penoso esto, pero también sucede lo contrario, sino pasate por www.FOCUDE.com y verás lo que hace la prensa y el poder, cogiditos de la mano en una pequeña cuidad como es la mia.
Se limitan ambos dos, poder y periodicos, a lamerse sus partes pudientes y machacar a todo aquel que se les pone por el medio.

Sin comentarios.


Alicia

Toni Piqué dijo...

Bueno, como Chávez. Don Hugo viene arreándole desde hace rato y cierra los medios que no le ríen las gracias. Clarín sigue vivo. Y por muchos años.