Ayer ha muerto Luis Infante Bravo. Un periodista como un castillo. La noticia está en el friso de la portada de Marca de hoy, que además acompaña con el luto de su cabecera y una muy buena portada porque han conseguido la primera entrevista a Juan Carlos Ferrero después de romper con Carlos Alcaraz.
Luis Infante fue director de Marca entre 1987 y 1997, lideró una etapa de crecimiento sin precedentes del diario, apostando por una información moderna, visual y pensada para llegar a todos los rincones del país desde primera hora de la mañana. Bajo su dirección, el periódico celebró su 50 aniversario y alcanzó cifras históricas de difusión y lectores.
Vinculado a Marca durante 34 años, desde su llegada en 1973 hasta 2007, impulsó innovaciones clave que transformaron el periodismo deportivo en España. Además, como accionista del Grupo Recoletos, fue cofundador del diario económico Expansión y de la revista femenina Telva.
Tengo en mi activo profesional y humano haber recorrido medio Estados Unidos con él en seminarios volantes, casi siempre con ocasión de algún encuentro de la SND (la Society of Newspaper Design que después se cambió su nombre –pero no su sigla– por Society for News Design).
Luis hizo grande al periodismo deportivo. Y cada vez que habría la boca reconocía que no sabía nada de deportes. Es que sabía de periodismo y eso le bastaba y sobraba.
Paso el link de esta columna de Bieito Rubido en El Debate, creo que lo describe muy bien. Fue el director que más periódicos vendió y lo explicaba con la gracia habitual de sus conversaciones: no sé si el peso de mi casa mide bien o mal, pero si nos mide a todos no hay nada más que decir. Es que El País hacía alguna trampita con eso de los números. Fue cuando aprendí que algunos españoles le dicen peso a la balanza.
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