martes, 9 de febrero de 2010

Tradición criminal mediática

El otro día, en la OEA, Canadá urgió "a Venezuela a adoptar medidas para restaurar sin retraso las transmisiones de RCTV".

El embajador venezolano Roy Chaderton reaccionó a la china: acusó a RCTV de golpista y a Canadá de entrometerse en los asuntos internos de su país haciendo el juego a EEUU.

Irán, Cuba y Corea del Norte suelen reaccionar con ese tipo de argumentos. En fin, Dios los cría y ellos se juntan.

Chaderton, que tiene estudios y recorrido, podía replicar: ¿qué hacen en Canadá cuando un canal incurre en un ilícito que acarrea pérdida de la licencia? Etc. Pero no: dijo aquello otro (¡Aquí mando yo!). Quedó retratado:
"RCTV es una televisión de tradición criminal mediática". [Existe] "una ofensiva a favor de la dictadura mediática en América Latina para desestabilizar a los gobiernos de la izquierda por encargo. El 'Eje del Mal del Pacífico' [los países del Pacifico que apoyan a EEUU] ensaya nuevos procedimientos, sabiendo que la ultraderecha no puede ganarle el apoyo popular a Chávez".
Le apoyaron Nicaragua, Bolivia y, con tibieza, Ecuador. Países ejemplares.

Para el embajador de Argentina, Rodolfo Gil, la cosa está más clara: en la mayoría de los países del continente no existe ni monopolio de la prensa privada ni un ahogo por parte del poder público hacia esa misma prensa privada.

¿Pero no ha dicho CFK que sí, que existe monopolio y es el Grupo Clarín? ¿En qué quedamos?

Lo mejor de Gil, a juicio de uno, fue esto:
"Normalmente en nuestros países coexisten una estructura [de medios] estatal, que refleja los puntos de vista del gobierno, y una estructura privada que tiene medios, televisiones opositoras, oficialistas y otros que se sitúan en el medio. Por eso, lo peor que podemos hacer es demonizar el tema. Existen excelentes niveles de libertad de prensa en nuestro continente que de vez en cuando se ven amenazados por zarpazos como en Honduras, ya que a veces leemos en los diarios que nos congratulamos de elecciones que han sido llevadas adelante en el medio de una total censura y luego consideramos que han servido para normalizar la situación".
Esta frase sí es de tradición criminal mediática. Ni eso es normal, ni estatal quiere decir "del Gobierno" ni los ataques son de vez en cuando. Así van las cosas en la Argentina. Y sobre Honduras como ejemplo de zarpazo… qué quiere que le diga. Usted mismo puede citar zarpazos mejores. Y eso sin ser embajador.

La buena crónica de Clarín concluye: "No dijo ni una palabra sobre el problema de los medios en Argentina". Al revés. Dijo muchísimo.

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