sábado, 2 de junio de 2012

El diario de Yrigoyen (perdón, de Cristina)


Lean estos párrafos del discurso de Cristina Fernández de Kirchner en el acto por los 25 años de Página/12:
Yo quiero agradecerles a los trabajadores de Página/12, de aquí lo veo a Rep también, que me persigue con Artepolis, me amenaza, casi me extorsiona desde la contratapa como quiere hacer Artepolis y todo lo demás; lo veo a Osvaldo, con sus columnas en las contratapas, también siempre incansable; Horacio Verbitsky ¿Dónde está Horacio? Va a llegar... ; José Pablo Feinmann, ¿dónde estás? También por ahí.

La verdad que no quiero olvidarme de nadie, no quiero olvidarme de Mario Wainfeld; no quiero olvidarme de Martín Granovsky, de Cibeira, de Victoria Ginzberg, de Raúl Kollmann, Luis Bruschtein, también ahí está, excelente el artículo sobre medios de comunicación, brutal, de la revista, ¿viste que lo leí? No me vengo sin los deberes pero ni loca, porque me matan encima, mañana me matan. Pero además, no lo hago como un deber, la verdad es que ayudan, porque te interpelan muchas veces y al interpelarte te ayudan a ver y a descubrir cosas que vos por ahí no viste en la vorágine de gobernar, el ser Presidenta... Ustedes no saben lo que es ser Presidenta de este país, yo no quiero contarles; no sé, para algunos era más fácil, andaban más divertidos, pero para nosotros la verdad que nunca fue ni fácil ni divertido, sí fue comprometido, que es otra cosa. Pero la vorágine...

Vos sabés las veces que yo por ahí descubro algo porque lo leo y entonces... a ver qué pasa, llamo, y no solamente por ahí con el diario Página/12, con otras cosas también. Porque hay otros que ya ni los registro porque ya sé que... Pero la gran mayoría, inclusive diarios que le hablan al mundo y al mercado únicamente, también los leo porque es interesante ver todas las visiones e interpelarse uno mismo acerca de lo que está haciendo todos los días.
Sorprende la familiaridad de la presidenta argentina con el diario y con sus firmas, tanto que pareciera una colega más, o el discurso agradecido del director del diario a sus colaboradores. Lo paradójico es que Página/12 vende tan pocos ejemplares que ni siquiera figura en el IVC (Instituto Verificador de Circulaciones). Es que a Página/12 no le interesa la circulación sino guionar a la presidenta argentina y a su entorno. Le basta con llegar a las mesas donde desayuna el poder político solo para equilibrarlas y prefiere imprimir pocos ejemplares a cambio de una buena pauta publicitaria del gobierno: ya se sabe, el papel y la tinta están caros y así el negocio es fantástico.

El peligro es que Página/12 se convierta en una suerte de diario de Yrigoyen, el ejemplar especial que dicen le imprimían a presidente Hipólito Yrigoyen al final de los años 1920 para mantenerlo lejos de la realidad que se estaba cocinando en su entorno más cercano.

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