sábado, 2 de junio de 2012

Oiga, joven, y esto ¿quién lo paga?

Cuando entré de becario/pasante (entonces se llamaba "de prácticas") en un prestigioso rotativo de la Ciudad Condal, una de las coñas era que te mandaban a Las Ramblas a hacer un reportaje sobre las flores, los pájaros, los dibujantes, los [pocos, ay] turistas y aquellos trasatlánticos de papel, con los diarios de todo el mundo desbordando sus mostradores, que era como veía uno los quioscos de ese paseo. Un verano tras otro, todos los que llegaban "de prácticas" pasaban por la cosa. Lo peor era que muchas de esas crónicas absurdas se publicaban en agosto, mes en el que no hay noticias pero sí páginas. Bueno, en realidad sí hay noticias, lo que ocurre es que apenas hay periodistas, ruedas de prensa y comunicados.

A lo que íbamos. En año pasado por estas fechas, el 28 de mayo, apareció este reportaje en la sección local de La Vanguardia:




Ayer, 1 de junio, apareció este reportaje en la sección local de La Vanguardia:





Uno y otro van de lo mismo, cuentan lo mismo y todo es la misma mismidad. Me he acordado de aquellos reportajes sobre Las Ramblas, siempre lo mismo, siempre lo mismo siempre lo mismo. Los lectores no son burros y los suscriptores lo somos menos (o más, ya no sabe uno qué pensar porque en este caso pagamos dos veces por lo mismo). La iniciativa de estos hoteles es sensacional –ojo que no es una ganga: es caro, dicho sea entre nosotros– y hay que hablar de ello. Pero con un poco más de salero ¿no? Es que así parece un "disco solicitado" y de ahí el título, una frase muy conocida de Josep Pla, medio en serio y medio en broma.

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