miércoles, 1 de diciembre de 2010

Lisbeth Salander es Julian Assange

Les paso el texto de Roberto Maack, en la página 2 de El Territorio de hoy. Ya dijo alguna vez Mario Vargas Llosa que Lisbeth Salander debe vivir.
El Zorro era un gran espadachín pero sus aventuras se terminaron cuando se masificaron las armas de fuego. Entonces aparecieron Batman y Superman, héroes que no solamente esquivaban las balas sino que además podían volar y mirar más allá con sus superpoderes. Lo último que ha aparecido es una heroína, con ningún atributo de los anteriores; una joven esmirriada, bajita, llena de tatuajes y de piercings, cuya principal arma es una computadora. Lisbeth Salander es la protagonista principal de la saga Millenium, creación del escritor sueco, Stieg Larsson. Son tres novelas, que juntas suman unas 2100 páginas. A Lisbeth le pasa de todo, todo el tiempo y siempre resuelve los líos en que se mete con su computadora y, en casos necesarios, recurre a sus amigos, los exclusivos integrantes de la Hacker Republic. Lisbeth es una hacker.

El escándalo que desató la difusión de documentos reservados del Gobierno de Estados Unidos, país potencia mundial y punta en tecnología, podría ser tranquilamente un capítulo de la novela de Larsson por su espectacularidad. Con la diferencia de que esto es real y sus consecuencias inimaginables. Al revelar los documentos secretos, el sitio WikiLeaks pegó en el corazón de la superpotencia; minó la confianza y credibilidad de su política para con el mundo. El efecto a mediano y largo plazo probablemente sea sólo comparable con el ataque a las Torres Gemelas. De aquello el país del Norte salió fortalecido y con licencia para matar. De esto, es difícil de saber. Lo seguro es que no podrá mirar a la cara a ninguno de los líderes del mundo a quienes tratan con desprecio en sus informes.

Las revelaciones de un sitio web que toda la “inteligencia” de la superpotencia mundial no puede parar, sacude el mundo. WikiLeaks casualmente tiene su servidor principal en Suecia, donde nació Lisbeth.

2 comentarios:

Enrique dijo...

Sólo leí el primer tomo, pero creo recordar que lo que hizo la tal señorita Salander fue tomarse la justicia por su mano, deleitándose en la tortura, además de violar la ley no sólo para desfacer entuertos sino para el enriquecimiento propio. Harry el Sucio nunca llegó a tanto, y al menos era guapo.

Gonzalo Peltzer dijo...

Si. Claro. Gracias Enrique. Así son los anti héroes. Y este no era un post moralizador. Tampoco te voy a contar ahora cómo termina la historia de Lisbeth Salander...