miércoles, 18 de enero de 2012

Empieza el clásico de la prensa madrileña: con y contra Garzón

En una esquina del ring, La Razón, ABC y El Mundo. En la otra, El País y Público. Hace rato que unos han decidido que Garzón tiene cuernos y rabo; otros que es un ángel justiciero de flamígera espada. Ya estamos otra vez en la de siempre. No se trata de contar lo que pasa y dar a la gente instrumentos para que piensen por su cuenta. Se trata de reforzar el juicio previo que esos medios y sus intereses –propios o ajenos– han hecho sobre lo que pasa. Titula la interpretación, no los hechos:







Ninguno de esos diarios se preocupa siquiera de emplear las habituales tretas de la objetividad. Ni siquiera El País, que suele ser el más cuidadoso con esas cosas. Como Público, usa el trámite más económico: la frase literal. En otro contexto, usted podría pensar que es el recurso del vago o del que no quiere comprometerse. No es así. Es una decisión bien pensada: sirve para dar razones a su parroquia sin cometer groserías. Sienten la necesidad de hacerlo porque a su Garzón le juzgan por algo muy, muy serio: quebrar el secreto de las comunicaciones entre reo y abogado.

Ocurre que ambos diarios se traicionan en el resto del titular. El País dice en el antetítulo/colgado que las acusaciones proceden de "la trama corrupta". Esa trama está por juzgar. Huele fatal pero eso no es delito hasta que un juez lo diga. ¿Ya sentenciaron en El País? A Garzón le acusa el ministerio público del Estado español, que somos todos, de momento. A uno tampoco le gusta mucho el origen de la acusación, pero aquí no se ventila lo que gusta o disgusta.

El "revuelve" de Público es otra palabra cargada. Uno no acude al Tribunal Supremo a "revolverse" contra nadie sino a ejercer su derecho a la defensa. Esto no es combate de boxeo ni riña de navajeros (… o sí, pero esto es otro asunto). Tampoco se juzga el "caso Gürtel" (la dichosa "trama corrupta") sino los presuntos delitos del juez en su instrucción. La mala uva pudo hasta con los hechos. No sé. Me parece que hay que estar más a la altura.

Entre los tabloides nacionalistas españoles la factura es menos fina, como es habitual. ABC y La Razón –probablemente son los diarios que menos respetan a sus lectores en la actualidad–, dicen directamente qué pensar sin informar de hecho alguno. La Razón tilda de "maniobra" a la defensa de Garzón, otra palabra negativa que es, además, un juicio de intenciones. [Dejo su segunda noticia de portada/tapa para que se vea su particular concepto de la justicia. A ver ¿impartir justicia tiene sentido si la condena resarce sus costes? Qué sinvergonzonería].

Que se esforzaron poco en ingeniar su maldad se ve en la elección de foto: en ambos aparece el juez Garzón con toga, lo cual le presenta con todos los atributos de la justicia (ya saben, el efecto buena persona de las pelis, cuando el malo malísimo aparece ante el tribunal limpio, repeinado y con corbata). Ocurre, amigas y amigos, que el presidente de la sala ordenó que se la quitara para defenderse, como establece el procedimiento: no tenía derecho a usar la veste. El Mundo advirtió el relieve simbólico del hecho y lo juega con pillería. Es lo que tiene ese diario: son astutos y taimados en el daño… casi nunca groseros. "Garzón alega" y "[Garzón] se escuda" son dos verbos que el habla ha cargado mal: se atribuyen al que se excusa tras haber sido pillado en falta, al que se justifica con pretextos. Ahora bien, si busca usted en el diccionario –la lengua siempre persigue al habla– verá que están usados técnicamente bien. Pero vea que El Mundo usa el mismo asunto que El País y Público para titular y, sin embargo, causa el efecto contrario en el lector.

No se olvida uno que después de la guerra todos somos generales. Lo difícil es hacer portadas cuando toca, o sea, ayer. Pero convengamos: sería más difícil criticar las portadas al día siguiente si hubiera un esfuerzo más consistente por contar qué pasa y no por vender una interpretación previamente decidida al margen de los hechos.

4 comentarios:

Juanjo dijo...

Una matización, pero importante, el ministerio del estado no acusa a Garzón porque no aprecia delito y el fiscal pide el sobreseimiento. La acusación en este caso no es del ministerio público, son todas acusaciones particulares.

Toni Piqué dijo...

Juanjo, muchas gracias. Lo corregí. Consejos vendo y para mí no tengo.

Alberto García dijo...

Toni, querido, urge que vuelvas a la prensa activa -a dirigir el Diari de Tarragona, al menos- para empezar a deshacer tanto desaguisado.

Con lo cansado que resulta mirar los toros desde la barrera, ¿no te apetece volver a saltar al ruedo para poner en práctica toda tu sapiencia?

Abrazo.

Toni Piqué dijo...

Ay Alberto, creo que me estás tomando el pelo. Lo acepto inclinando la cabeza.