domingo, 12 de julio de 2009

Vaya palo al WaPo

Andrew Alexander [<], ombudsman del Washington Post, califica de patinazo ético de proporciones monumentales la idea de su diario de vender reuniones off the record donde se facilitaría acceso a los periodistas del Post y a sus fuentes. Los llamados salons: "conversaciones civilizadas" entre unos y otros. La idea partió de la nueva Publisher, Katharine Weymouth –de la familia Graham–, y del nuevo Director, Marcus Brauchli –ex del WSJ. Weymouth ofrecía su casa para estos salons. El asunto fue levantado, por cierto, por politico.com.

Alexander juzga lógicas de las acusaciones de hipocresía que se hacen al diario, "que debe buena parte de su prestigio al desenmascaramiento de lobistas, conseguidores y a la cultura de paga y canta de Washington. La reputación del Post quedará manchada por mucho tiempo".

La columna del ombudsman está aquí.

Uno está convencidísimo de que ni Weymouth ni Brauchli tenían la menor intención de ocasionar este desaguisado. Pero… que la crisis no nos haga traidores.

A uno le gustaría tener defensores de los lectores así, como AA.
Y Editores y Directores como KW y MB, que no tratan de impedir que salga humo por la chimenea. ¿Son así los suyos? Entonces es un buen deseo ¿no?

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