viernes, 10 de julio de 2009

Léalo Antes en PaperPapers

Usted todo esto ya lo sabía porque lo leyó en este post y también en este otro, ambos en Esta Casa. Bien. Pero el reportaje de Silvia Blanco "Twitter no basta para la revolución" es ejemplar. Enhorabuena. Léalo este fin de semana, tan tranquilamente.

2 comentarios:

Juan dijo...

Me da la impresión de que no me harán caso, porque se les ve muy convencidos (¿irreductibles, quizá?), pero convendría que leyeran también los comentarios de los lectores a ese reportaje de El País, donde se ofrecen ahí algunos matices yo diría que importantes.

Por otra parte, si Twitter no moviliza "de verdad" a la gente, ¿a qué viene que en todos los últimos acontecimientos lo primero que hacen los gobiernos que quieren controlar la situación sea cerrar el acceso a Twitter?

Revisen su posición sobre estos temas, no sea que acaben haciendo un poco el ridículo. Twitter no es "la realidad", ni las redes sociales tampoco, però los medios de información tampoco lo son: tienen un amo, tienen unos condicionantes políticos y económicos, tienen sus debilidades. Todo eso, y más, es "la realidad" y no tiene ningún sentido que Vdes. menosprecien una parte de la realidad que se expresa por otras vías distintas de las tradicionales. Digo "menosprecio" porque eso es lo que se desprende de sus posts sobre el asunto.

Ánimo, Paper Papers, hagan un esfuerzo por ser un poco menos maniqueos.

Miguel dijo...

No me acaba de gustar el reportaje de Silvia Blanco. Primero, porque cita a Enrique Dans, ese autoproclamado "gurú" del cibermundo.

Segundo, porque extiende la medio-verdad
Y Nokia es, junto con Siemens, la empresa (Nokia Siemens Networks) que vendió a Irán la tecnología para filtrar y controlar las comunicaciones
cuando los productos de Nokia-Siemens hacen lo mismo que todos, cumplir los estándares de telecomunicaciones relativos a "Lawful Interception", unas normas redactadas muy lejos de Irán y cuyo objetivo es permitir interceptar comunicaciones, por ejemplo por orden judicial. Sin eso, no se puede vender una sola central de telefonía fija o móvil en el mundo; lo sé porque trabajo para la competencia de Nokia-Siemens...