sábado, 12 de julio de 2008

Piense como yo



Erre que erre. El atentado del 11-M del 2003 mató a 198 personas. Parece que también mató los restos de periodismo de que disfrutábamos en la península ibérica. Hablo de los diarios "grandes". El miércoles pasado se reprodujo el fenómeno que desde la prensa madrileña contamina al resto: la noticia ya no son los hechos sino la interpretación de esos hechos.

Uno lee las portadas y parece que hablen de cosas completamente diferentes. Y no. Se refieren a los mismos acontecimientos. La interpretación es el título; los hechos van en subtítulos.

Vean si no las portadas del pasado miércoles. Adjunto debajo otros ejemplos recientes, comparando portadas del mismo día.

Supongo que los periodistas han decidido asegurarse de que los lectores piensen lo que quiere el director del diario –o su dueño– en lugar de informarles imparcialmente y dejar a esos lectores pensar lo que bien les parezca.

Las ventas de diarios siguen cuesta abajo. Por la pendiente de la interpretación. ¡Serán burros los lectores!

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