jueves, 18 de agosto de 2011

¿Qué hará Clarín ahora?

El domingo pasado, día 14 de agosto, se realizaron por primera vez en la historia elecciones primarias en la República Argentina. Ese día los candidatos ya inscriptos de todos los partidos y a los más diversos cargos según la jurisdicción, debían medirse en una elección abierta, simultánea y obligatoria en todo el país. Como suele ocurrir en la Argentina, en el caso de los candidatos a presidente y en inmensa mayoría de los cargos, no había candidatos de un mismo partido sino que había que elegir entre quienes disputarán las elecciones de verdad el próximo 23 de octubre. En muchas jurisdicciones se adelantaron las elecciones provinciales o municipales, por lo que solo había que votar por los cargos nacionales: presidente y vice y senadores y diputados si tocaba. Más que una elección primaria fue una encuesta oficial o un ensayo general. Para los que no entienden a la Argentina, esta foto es la explicación más cabal del nuestro sistema político [clic->amplía para leer el cartel]:


El resultado sorprendió a todos. Cristina Fernández de Kirchner, la actual presidente, pasó el 50% de los votos emitidos válidos. Ricardo Alfonsín (UCR/centro derecha) y Eduardo Duhalde (peronismo más ortodoxo) apenas llegaron al 12% con una diferencia de 1.500 votos entre uno y otro. El cuarto candidato fue Hermes Binner, el socialista gobernador de Santa Fe, que pasó por poco el 10%. Quinto quedó el gobernador de San Luis, Alberto Rodriguez Saa (parecido a Duhalde), con algo más que el 8%. Sexta Elisa Carrió (centro derecha con vergüenza), con más del 3% y séptimo Jorge Altamira (trotskismo) con el 2,48%. Debajo de ellos no quedan candidatos porque la ley electoral establece que perderá su candidatura quien no llegue al 1,5% del padrón en las primarias (unos 400.000 votos). Resultados todavía provisionales en el sitio oficial.

Pregunta un comentarista anónimo sobre mi visión en cuanto al futuro de Clarín, ya que todo hace suponer que esos resultados se repetirán en las elecciones de verdad, el 23 de octubre, para instalar en su segundo período a Cristina Kirchner con gran poder y segura mayoría en el Congreso Nacional.

Contesto que hay tres grandes perdedores en esta elección, el primero es Clarín. Luego vienen Alfonsín y Duhalde. Los tres grandes ganadores son CFK, Macri/Durán-Barba (derecha) y Binner. Pequeña perdedora es Elisa Carrió y pequeño ganador es Jorge Altamira (que en realidad se llama José Saúl Vermus). Mauricio Macri es el alcalde de Buenos Aires en claro ascenso, que decidió no presentarse, a tiempo y a pesar de las críticas, gracias a los consejos de su asesor Jaime Durán Barba.

Clarín y sus estrategas apuntaron sus cañones a los flancos de la candidata y nos convencieron (a nosotros y a los candidatos) de que la diferencia entre los segundos y ella sería suficiente para sumar sus resultados y ganarle en la segunda vuelta. Pero ningún escándalo cercano al gobierno le restó un solo voto a la presidente. Quienes todavía piensan que los periódicos influyen en las elecciones atrasan 200 años. Pero el hombre, ya se sabe, tropieza en la misma piedra desde William Randolph Hearst, y eso vale tanto a los que quieren defender ideales opuestos al gobierno como al mismo poder político, que es seducido (o corrompido) por los proveedores de prensa del poder para hacer su propio negocio.

No sé qué hará ahora Clarín, pero por lo pronto creo que debería cambiar la táctica y equilibrar su línea editorial. Clarín oyó la voz del pueblo cuando el conflicto de los Kirchner con los productores rurales: pensaron que si seguían aliados al gobierno se les terminaba el negocio y eligieron abandonarlo con todas las consecuencias que eso implicara. A raíz de ese conflicto Kirchner, todavía vivo, perdió las elecciones de medio mandato de su mujer. Rabioso, aceleró la sanción de la Ley de Medios en un Congreso ilegitimado pero todavía vigente y legal. Lo hizo entre esa elección del 28 de junio y el cambio de la mayoría que se produciría al asumir los legisladores elegidos el 10 de diciembre de 2009. Desde entonces Clarín ganaba tiempo intentando dilaciones por vía judicial a la aplicación de la ley, con la casi seguridad de que el próximo presidente y las nuevas mayorías cambiarían el futuro. Pero eso es lo que ahora parece seguro que no va a ocurrir.

Clarín deberá resignar parte de sus negocios y adaptarse a lo que terminará estableciendo Ley de Medios (supongo que quedará en las condiciones de este fallo de la Cámara Federal de Salta). No le queda otra que perder lo menos posible porque ya no está en situación de pactar nada con el gobierno. Así es la política y ese es el destino que quienes juegan con el poder: a veces se gana y a veces se pierde.

Pregunta también el comentarista anónimo si Clarín va desaparecer. Eso, amigo sin nombre, hay que preguntárselo a un adivino. No debería seguirse de lo que acabo de decir la desaparición del diario Clarín, pero sí un cambio muy grande desde la composición accionaria hasta la línea editorial. El Grupo se tendrá que desmembrar y supongo que los abogados (esos siempre ganan) estarán trabajando en la estrategia societaria.

Ojalá se animen a pelear desde el diario por las libertades. Estas elecciones del domingo pasado auguran un gobierno hegemónico y un futuro en el que no será fácil pensar distinto y expresarlo. Ese debería ser su verdadero negocio: los lectores, la gente y su libertad, el desarrollo del país y de sus habitantes, sin importar por quién votan. Pactar con el gobierno sería la muerte y además los empresarios proveedores de prensa del poder no lo permitirán.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A la pregunta ¿Qué hará Clarín? habría que añadirle ¿Qué harán los periodistas serios, los que no se tiñen con los colores de ninguna bandería política ni empresarial cuando quede al descubierto el fraude electoral más grande de la historia de este país y ellos no dijeron nada?

Anónimo dijo...

Empecemos por el prinicpio, si hay o hubo fraude y tiene pruebas: presentese a la justicia, no solo de este pais sino a la corte interamercana de derechos humanos, que casi siempre actua de oficio, es decir, sin costo para el denunciante, eso si hay que tener pruebas. pequeno detalle, por que por ejemplo a un periodta extranjero (hubo muchos aceditados, new york times incluido) no se les pasaria ese detalle de un fraude. gano, arraso y asi es la democracia. denigrar el voto ajeno es denigrarse a uno mismo.

volviendo al tema clarin/gobierno. sigo discrepando con la vision de pensar a clarin como si no fuera parte del poder. clarin o grupo clarin es un poder, simpbolico, factico pero poder y como tal podra ajustarse a derecho, pero seguira negociando con mas o menor fuerza por sus intereses que no tienen nada que ver con el periodismo en serio. no le creo a clarin, nunca le crei, ni le voy a creer nunca, por que tien una logica mercantilista de la informacion y por o tanto no creo que desaparezca. es mas aventurar un posible atauqe, o desaparicien es victimizarse y autojustificar un negocio con la excusa de la libertad de prensa. coincido que las portadas de los diaios no hacen ni ganar ni perder elecciones. quedo demostrado.

hablar de gobierno hegemonico antes de que la gente vote es de minima, aventurero o tratar de imbecil a la gente por que una cosa es una primaria sin generacoion de poder real y otra, diferente es la votacion donde si hay que eleguir el poder.

en lugar de gastar palabras en paja futurista de dudosa concrecion, por que no pensamos alternativas, ideas y exiguimos que la opocion las articule en una propuesta superadora y tangible. por que seguimos autovaciendonos de futuro, pensando siempre que se viene la noche, que la culpa es de los otros, que siempre se hace trampa, por que agitamos nuestros propios fantamas adolescentes en lugar de crearnos un espacio de articulacion democratica? la respuesta creo que es por que, entre miles de cosas, los medios estan mas preocpuados en la libertad de empresa, en la publicidad oficial que en lugar de articular un espacio ciduadano y de debates y se recisten a hacer periodismo en serio, que poco tiene que ver con ser opositor u oficialista, sino con defender valores democraticos mas alla de los interese economicos que un medio tenmga y sorbe todo, seria bueno que de una puta vez, una sola, los medios hiceran una autocritica y sobre todo clarin y la nacion no sean mas socios de cristina en papel prensa. ese dia, volvere a creer en la prensa argentina.

Anónimo dijo...

y agrego palabras de verbistky
hoy domingo, sobre clarin y la nacion

Partidos al medio

No es el único modo en que los medios de comunicación entraron en el debate postelectoral. El resultado demuestra que los medios no influyen en el resultado, dijeron aquellos medios que más hicieron para influir en el resultado. El problema no son los medios, sino su articulación con el poder económico y político: la asociación de Clarín y La Nación en Expoagro, donde cada año cierran negocios por 300 millones de dólares las principales empresas de los agronegocios; la comida de la cúpula de la oposición en la casa del CEO del Grupo Clarín, quien los instó a unirse para resistir al Huracán Cristina; la negociación de Héctor Magnetto con Kirchner para quedarse con Telecom, cualquiera sea la versión que se crea sobre los motivos de su fracaso; la manipulación de jueces que dinamitan a cautelares toda regulación pública de los intereses del grupo. Reducir esa densa trama de negocios y la correspondiente relación con el poder institucional a un análisis de la influencia de los medios sobre el voto sólo puede considerarse una ingenuidad si lo hace alguien menor de 22 años. Gracias al insistente chirrido mediático, que magnifica ad nauseam pequeños episodios e invisibiliza enormes procesos económicos, políticos y sociales, mucha gente se sorprendió por una obviedad: que el pueblo haya votado en defensa propia, a favor del mejor gobierno que ha tenido el país en más de medio siglo, por lo que ya hizo y por lo que falta hacer.