lunes, 26 de noviembre de 2007

Yabrán viste a la moda

Cualquiera que lea este cartel deduce que las iniciales A.Y. se refieren a Alfredo Yabrán, el empresario postal argentino de origen sirio que se enfrentó con Domingo Cavallo, el todopoderoso ministro de economía de Carlos Menem y Fernando de la Rúa. Yabrán murió de un escopetazo que se disparó en la boca en un baño de una de sus fincas de la provincia de Entre Ríos cuando la policía lo acorralaba. Si lo apresaban le esperaba la cárcel después de que un fallo lo declarara autor intelectual de la muerte de José Luis Cabezas, el fotógrafo de la editorial Perfil que fua asesinado por una banda liderada por el jefe de la custodia personal de Yabrán. De estilo mafioso y apretador, llegó a ser uno de los hombres más ricos de la Argentina a pesar de mantener un perfil bajísimo: muy pocas personas lo conocían y pagaba buenas sumas a los periodistas para que no hablen de él. Cuando la revista Noticias publicó en portada su foto en traje de baño en las playas de Miramar dijo a sus amigos: "es como si me hubieran pegado un tiro". Siempre fueron sospechosas sus actividades y nunca perteneció al club del resto de los empresarios argentinos.

A.Y. NOT DEAD es una marca de ropa. Nació en 2001 como una idea de tres hermanos y una amiga (Martín, Diego y Noel Romero, junto a Angeles Chevallier) que presentaron diseños de ropa innovadores, basados en el rock, el arte y la realidad sudamericanos. No aclaran en ningún lugar si A.Y. es el empresario muerto en 1998. Pero es evidente la evocación de Alfredo Yabrán y de la leyenda urbana que dice que no murió y que el cuerpo con la cara desfigurada por el disparo que encontraron los policías que lo seguían era de otra persona: el suicidio habría sido un ardid para escapar de sus perseguidores y vivir con el perfil más bajo que nunca en algún paraíso remoto del mundo, amparado por sus miles de millones. Nadie puede creer que un hombre tan poderoso se haya suicidado de ese modo. Así nació el mito.

La idea de la marca parece que es de Guido Lima y da vértigo.

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