miércoles, 11 de junio de 2008

Caras tapadas...

Aunque sea el más patético, el post de ayer no es el único caso de fotos estúpidas o inútiles en diarios. Una imagen sin cara, sin expresión, pierde el 90 por ciento de su interés. Entonces para qué publicar una foto a la que hay que taparle la cara. ¿No sería mejor no publicarla? ¿Cuándo hay que proteger la identidad de un menor y cuándo no es necesario? ¿Se protege la identidad con una cinta negra en los ojos o pixelando la cara? Estas fotos de La Nación de Buenos Aires (portada del 17/1/07) muestran a adolescentes en actitudes de riesgo presunto. Lo que importa es la conducta que se muestra y no los jóvenes en particular. Son documentos gráficos elocuentes de una situación en la que los editores prefirieron proteger la identidad de los protagonistas. Pero al estar en la vía pública no creo que sea necesario proteger la identidad de los fotografiados. Además, aunque sean menores de edad, no son niños sin uso de razón.