lunes, 9 de enero de 2012

Centenario de dos directores de periódicos


El 14 de diciembre de 1911 llegó al Polo Sur la expedición de Roald Amundsen. El 17 de enero lo logró Robert Falcon Scott que se encontró con los saludos de Amundsen. Él y sus muchachos murieron cuando volvían. Dicen que fueron los perros groenlandeses de Amundsen los que le ganaron la carrera a los caballos mongoles de Scott y además les permitieron contar la historia. Algunos detractores de la cultura inglesa sostienen que la expedición de Scott -inglesa- prefirió morir a comerse los caballos, mientras que el grupo de Amundsen -noruego- había calculado alimentarse durante la vuelta, ellos y sus perros, de carne de los mismo perros (para los que dicen que perro no come perro).

Si. Ya sé. Se me pasó el día del centenario. Pero, desde ese día pienso en este post y estamos a mitad de camino entre el de ambos episodios.

Solo quería decir que necesitamos gente con los mismos genes que Roald Amundesn y Robert Scott para dirigir nuestros diarios. Existen. Solo hay que encontrarlos.

domingo, 8 de enero de 2012

Un canillita sabio


Un canillita/repartidor de periódicos de Nueva York se despide de sus clientes/lectores con esta carta que acompaña su última entrega de The New York Times. Explica que la recesión ha provocado un acuerdo de operaciones conjuntas entre diferentes empresas que lo dejan sin trabajo después de 11 años. La foto está tomada de este tweet de Katie Jacobs Stanton y la tengo gracias a otro de Borja Echevarría. El canillita no escribe muy bien pero sabe lo que es una crisis y sabe también que hay que enfrentarla con todos los recursos que tenga.

sábado, 7 de enero de 2012

Si todos mintieran no habría prensa

Léalo completo. Es de lo más lúcido que he leído sobre la prensa y el poder político en la Argentina de hoy. Es la columna de Jorge Lanata en en Perfil de hoy.
El kirchnerismo ha logrado imponer lo que ya parece un paradigma cultural: los periodistas somos una especie de cagatintas incapaces de pensamiento propio y que obedecemos a rajatabla a los intereses espurios de las empresas. Los periodistas críticos, claro, no los obsecuentes. En el fondo, proyectan: creen que los demás deben responder a lo que ellos piensan de su propia tropa. ¿Entonces el periodismo es prístino, puro y desinteresado? Tampoco. En una Argentina corrupta, los periodistas son tan corruptos como los políticos o los peluqueros: el país tiene un alto grado de tolerancia a la corrupción; hay notas que se venden, lobbys que se llevan adelante, mentiras pagas y mentiras gratuitas. Pero no son, ni de lejos, la mayoría, como sucede en el país, repleto de gente honesta que trabaja por dos pesos y se jubila por uno, y donde un porcentaje –generalmente vinculado al poder– hace sus negocios. Si todos robaran, no habría Argentina; del mismo modo que si todos mintieran, no habría prensa.

La Nación renueva contrato


Lo publica hoy La Nación de Buenos Aires con la firma de Fernán Saguier, su Subdirector, que de hecho es el Director del diario y uno de los hermanos propietarios. El pasado 4 de enero el diario cumplió 142 años y ese es el motivo de este decálogo que les paso ya mismo aquí abajo. Me gusta verlo como la renovación del contrato entre el periódico y sus lectores, que lo es:
1. Informar lo que pasa, ateniéndonos estrictamente a los hechos, que son sagrados.

2. Analizar e interpretar la realidad desde una mirada objetiva y profesional, sin segundas intenciones ni otro interés que el meramente periodístico.

3. Opinar conforme a principios basados en una línea editorial que exalta ante todo el diálogo, la concordia y la libertad en todos los órdenes, dentro de valores universales como la democracia republicana y el Estado de Derecho.

4. Dar lugar al más amplio abanico de opiniones e ideas, siempre y cuando se expresen con respeto y no incurran en provocaciones ni agravios.

5. Rectificarnos rápido ante el error, sin vergüenza ni temor por sus eventuales consecuencias. Ser constantemente autocríticos, revisar diariamente nuestro trabajo sin indulgencia, porque es fácil caer en el error y la superficialidad, y de ese riesgo no estamos exentos.

6. Procurar sorprender todos los días al lector con un diario novedoso, inteligente, profundo y cercano, que trate los temas con altura y sencillez a la vez.

7. Preguntar. Preguntar una y otra vez hasta entender y así poder explicar el significado de las cosas de la manera más comprensible posible.

8. Ponernos en el lugar de quien nos lee, estar allí donde él no puede estar para defender sus derechos, así como recordarle sus obligaciones.

9. Ser optimistas, transmisores de buenos ejemplos, reparar en aquellos casos aleccionadores que sirven de modelo y estimulan a la sociedad, porque en los diarios inevitablemente cargamos contenidos duros y descorazonadores que agrietan el ánimo del lector.

10. Contar historias. Tener siempre presente que nuestro papel es el de contarle algo a alguien, y que nuestras páginas deben referirse básicamente a las personas, con sus problemas, alegrías, angustias y vivencias cotidianas.

viernes, 6 de enero de 2012

jueves, 5 de enero de 2012

Que militen con la plata de ellos


Lea entera la entrevista que publica la edición digital de La Nación. Es Jorge Lanata en estado puro. Lo mejor: la respuesta al que le preguntó en una heladería si hay que decir la verdad. Está en el videito que trae la entrevista.
Todo bien, pero que militen con la plata de ellos, no con la nuestra. Conseguite un programa en un canal privado y bancátelo como puedas. Ahora, militar en un canal del Estado y que yo te ponga la plata, no es muy justo. Hay montado un aparato de propaganda paraestatal que no se veía desde hace décadas. Por ejemplo, yo escribo una columna en Perfil sobre Aerolíneas Argentinas y al día siguiente hay una conferencia de prensa sobre Aerolíneas, Cristina habla de los sueldos de Aerolíneas, Máximo Kirchner manda a sus militantes a escribir tweets en contra mía sobre Aerolíneas... ¡paren un poco!

miércoles, 4 de enero de 2012

Otra vez el suicidio


Ya saben que cierra Público de Madrid. Bueno, ha solicitado el concurso voluntario de acreedores, pero sabemos que no va a durar mucho más desde que Rodríguez Zapatero perdió las elecciones. Jaume Roures (arriba) no lo mantendrá sin las contraprestaciones que el poder de Zapatero le garantizaba. También cerró el gratuito ADN, de editorial Planeta. Hemos dicho varias veces que nadie mata a los periódicos: se suicidan.

No habla de Público ni de ADN sino de suicidios este magnífico post de David Jiménez:
Si un restaurante deja de tener clientes, se entiende que la comida o el servicio han dejado de ser buenos. Si los periódicos perdemos lectores, el problema es que nuestros clientes son unos tacaños. ¿Es posible que no les estemos dando un producto por el que crean que merece la pena rascarse el bolsillo? ¿Que mientras nos dedicábamos a analizar, valorar y criticar el trabajo de los demás (políticos, deportistas, actores…), descuidáramos hacer lo mismo con quienes teníamos más cerca, nosotros mismos?

martes, 3 de enero de 2012

Cierran los que sobran

Anuncia John Greenslade en The Guardian que morirán unos 100 diarios este año debido a los recortes en los subsidios a la prensa en Italia (aquí en 233 Grados) Es lo que hay, gracias a la crisis. Lo anticipamos en Paper Papers hace... un día:
Las editoras que quieran permanecer de pie en 2013 deberán poner en marcha otras negocios para sostenerse. No, no piense en ayudas públicas: la gente estamos muy enfadados y no entenderíamos, por ejemplo, que el Estado continuara tapando la ineficacia de algunos gerentes con el dinero de todos.
En mayo de 2010 lo decíamos también... Miren: si en Italia se cierran 100 diarios por esta razón, no pasará nada, porque cierran los que sobran. Y un diario (un negocio periodístico cualquiera) que necesita del dinero del estado para salir a la calle, claramente sobra. Lástima porque en muchos de ellos hay periodistas de verdad.

Dos millones de usuarios únicos son menos que 56.000 abonados

Medio millón de euros de beneficios. Estos son los resultados de Mediapart, una web de información y opinión fundada en julio de 2008 por un puñado de periodistas encabezados por Edwy Plenel, ex director de Le Monde (foto).


Mediapart ha facturado este año cinco millones de euros. Tiene 56.000 abonados activos. Da trabajo a 39 personas, 27 de ellas periodistas, que viven del pago por contenidos –Mediapart no admite publicidad. La suscripción anual cuesta 90 euros, es decir 24 céntimos por día. Un diario en Francia cuesta entre 90 céntimos y un euro y medio. Haga números. Es un éxito impresionante del modelo de pago que tanto apostrofan los puretas del todo gratis, todo abierto, todo libre. Formidable.

En cambio, su principal y más antiguo rival, Rue89, fundada el 2007, confiaba en el modelo gratuito y buscaba los ingresos por la vía de la publicidad, un mensual impreso y la venta de servicios. Nada. Después de quemar tres millones de euros, hace dos semanas la compró el semanario Le Nouvel Observateur. Veremos qué puede hacer.

En fin: los dos millones de usuarios únicos de Rue89 no valen tanto como los 56.000 suscriptores de Mediapart. ¿Significa algo? ¿Suerte? ¿Azar? Ni la suerte ni el azar existen.

El grupo de Plenel lo tiene muy claro. El pago garantiza el valor y la independencia del trabajo de sus periodistas y permite configurar alrededor de la marca una comunidad de participantes muy activos y comprometidos. “Si usted quiere información de calidad –hablo de exclusivas, no de columnistas– el pago es el único modelo viable. El pago incluye en sí mismo la idea de independencia y de confianza de los lectores”, explica Plenel a Le Point.

Tiene razón. ¿Qué mejor garantía de independencia que depender sólo de los lectores? Algunos dirán que Mediapart es un fenómeno muy francés. No lo creo. Este año nacerán muchas iniciativas parecidas. Ustedes lo verán.

lunes, 2 de enero de 2012

Fin del proyecto Libre


El diario Libre (Editorial Perfil) anunció hoy por twitter que se convertirá en diario deportivo a partir del 1 de febrero de 2012. Es la muerte del único intento serio de un popular en Buenos Aires. Imposible hacerlo con los precios de tapa iguales o similares a los diarios de calidad, impuestos por el sindicato de canillitas, que prefiere vender menos ejemplares más caros (y trabajar menos, claro). Pero al final es peor para todos, como se ve.

Despiertan los populares en la Argentina, en Paper Papers, 13/5/11
Dos periodistas, en Paper Papers, 8/5/11
Libre no es Libé, en Paper Papers, 4/3/11
Libre no será popular, en Paper Papers, 27/1/11
Nuevo popular de Perfil, en Paper Papers, 12/1/11