Yendo y viniendo me encuentro con este viejo post de Alicia Dorr en The Chicagoist. Dice: los anunciantes han secuestrado el último espacio limpio de los medios americanos y piden rescate. Como los editores/dueños de los diarios saben que los lectores son demasiado perezosos o insignificantes para protestar, lo han pagado.
Es de cuando el Chicago Tribune decidió abrir su portada a la publicidad. Dorr agrega cosas muy fuertes en contra de la publicidad en primera. Tiene su punto.
1 comentario:
No entiendo esa inquina a los anuncios en portada. El anunciante paga lo que el medio le pide.
Saludos,
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