Kirchner necesita una dosis extra de Alplax. Alguien lo tiene que convencer y ojalá sea antes de que la Argentina termine en lo más hondo del pozo o a los Kirchner se les suelte la cadena en un momento poco oportuno. Ayer el ex presidente y marido de la presidente, el hombre que maneja el poder en la Argentina, se despachó de lo lindo. Estaba desencajado y jodón, con el estilo de los humoristas estúpidos de la tele.
Clarín lo refleja en su portada de hoy con una crudeza inusual. Más fuerte es el artículo de la página 14: una nota de tapa en tono de solfa, como para seguirle la corriente. Terrible. Lapidario. Léalo
aquí.
Leo la crónica de Clarín y si cambio Kirchner por Chávez me resulta lo mismo. Lo sigo de lejos. ¿Hemos llegado hasta ahí en la Argentina? ¿La gente no se recalienta?
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